Una familia de Sudáfrica se llevó una gran susto el pasado viernes, cuando al contemplar su árbol de Navidad, en lugar de observar la estrella en la cúspide del pino, se toparon con una de las serpientes más venenosas de África.
Ante la gran sorpresa, Rob y Marcela Wild llamaron de inmediato a un profesional en serpientes.
La pareja acababa de decorar su árbol de Navidad horas antes. Comenzaron a sospechar de que algo no andaba bien cuando sus gatos no dejaban de observar atentamente.
"Los gatos estaban mirando dentro del árbol y mi esposa dijo 'probablemente hay un ratón en alguna parte'", contó Rob Wild.
Sin embargo, quedaron congelados cuando descubrieron que no se trataba de un inofensivo ratón, sino de una boomslang, una de las serpientes africanas más letales.
"No sabía qué era en ese momento, pero luego busqué en Google qué serpientes hay en nuestra área y surgió inmediatamente como un boomslang. Pensé 'santo Moisés, este es el rey de todas las serpientes venenosas'", expresó Wild.
A pesar de ser una especie considerada como tímida, el veneno de la boomslang es uno de los más peligrosos debido a que causa hemorragias y una pequeña dosis podría ser fatal.
Gerrie Heyns, el cazador de serpientes que auxilió a los Wild, confirmó que se trataba de una boomslang al llegar al domicilio. La serpiente era hembra y medía casi 1.5 metros de largo, dijo Heyns a CNN este martes.
Heyns pidió a los Wild que se mantuvieran alejados, pero atentos a la serpiente mientras el llegaba a su casa.
"La serpiente se quedó en el árbol durante dos horas hasta que llegué", dijo Heyns, quien utilizó unas pinzas especiales para manipular la serpiente.
"Una vez que lo tuve bajo control, la familia vino directamente a ver a la serpiente. No trató de morder o ponerse a la defensiva porque no le di ninguna razón para hacerlo. Un momento aterrador se convirtió en un momento emocionante para los niños", aseguró Heyns.
El experto llevó a la serpiente a su casa, donde la alojó por una noche antes de devolverla a la naturaleza.
Heyns explicó que lo más seguro era que la serpiente entró al domicilio en busca de comida y refugio, pero un susto la habría llevado a esconderse.
"Probablemente cuando vio el primer movimiento trató de escapar al escondite más cercano que era el árbol", explicó.