La Unión Europea vio frustradas sus intenciones de imponer más sanciones a Rusia ya la dependencia al petróleo ruso provocó que varios países se opusieran.
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Rusia ha sufrido cinco bloques de sanciones de la Unión Europea desde que comenzó la invasión a Ucrania el 24 de febrero pasado.
El presidente Vladimir Putin, altos funcionarios, más de 350 legisladores y oligarcas a favor del Kremlin se vieron afectados por la congelación de activos y la prohibición de viajar.
También se sancionaron los bancos rusos, el sector de transporte, medios de comunicación y hasta los deportistas de ese país.
Pero cortar la dependencia que tienen varios países del Viejo Continente con el combustible ruso está siendo muy complicado.
Por ejemplo, Hungría es uno de los países que más dependen de Rusia, ya que el 60% de su petróleo y el 85% de su gas natural dependen de Moscú.

En ese mismo sentido están la república Checa, Eslovaquia y en menor medida Bulgaria.
'Algunos estados miembros enfrentan más dificultades porque son más dependientes, porque no tienen salida al mar. Solamente consiguen petróleo a través de oleoductos y vienen de Rusia.'
Confirmó el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, a periodistas
Muchos miembros de la Unión Europea acusan directamente al primer ministro de Hungría, Viktor Orban, por entorpecer las nuevas sanciones.
Orban ha sido un aliado de Putin en el pasado y aceptó las sanciones a Rusia a regañadientes.
El político húngaro ha dejado claro que su país no puede sumarse a más sanciones sin verse afectado de manera considerable.