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La conjuntivitis pasa desapercibida en el 11% de los casos de COVID-19. (Foto: Getty)

Ha quedado demostrado que después de contraer el coronavirus, algunos órganos del cuerpo son afectados, principalmente los pulmones. Estas secuelas no solo aplican para las personas atravesaron un estado grave de la enfermedad, también para los asintomáticos.

"Ese fue el primer indicio que nos alertó de que el coronavirus podía dañar el sistema nervioso", informó Sonia Villapol, investigadora principal del Houston Medical Institute sobre el deterioro del gusto y olfato, dos síntomas comunes del COVID-19.

Pero la pérdida de sentidos es un síntoma leve comparado a las graves afectaciones que puede generar el coronavirus. De acuerdo a Villapol, el COVID-19 puede llegar al cerebro y afectar las terminaciones nerviosas, lo que puede generar problemas neurológicos como el Parkinson, trombos, además de problemas cerebrovasculares, Alzheimer y esclerosis múltiple.

"Muchas personas no entienden por qué es importante protegerse, pero la realidad es que a muchos jóvenes que pasaron el covid de forma asintomática o con pocos síntomas, meses después se les descubren efectos secundarios", agregó.

La especialista explicó que la mayoría de los contagiados creen que el problema termina una vez que se curaron de la enfermedad.

"El 70% de la gente recuperada tiene secuelas a largo plazo. ¡El 70%! Este problema no se ha tenido en cuenta y mucha gente piensa que da igual contagiarse".

Es importante señalar que aunque las personas sean asintomáticas, el virus puede dañar tejidos y presentar afectaciones como conjuntivitis, que suele pasar desapercibida en el 11% de los casos de coronavirus.

Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM. amendoza@lanoticia.com