Shijiazhuang, la capital de la provincia de Hebei, ha registrado un importante repunte de las infecciones de COVID-19, lo que obligó a construir un centro de cuarentena en China.
Hasta 3,000 es la capacidad del centro instalado para hacer frente al posible incremento de pacientes con coronavirus a medida que aumentan los contagios antes de los desplazamientos por las vacaciones del Año Nuevo Lunar.
Cuadrillas de operarios están nivelando el terreno, vertiendo concreto y montando las salas prefabricadas en un campo a las afueras de la ciudad de Shijiazhuang.
La Comisión Nacional de Salud dijo que 1,001 pacientes están siendo atendidos por la enfermedad. 26 de los casos tienen un pronóstico grave. En las últimas 24 horas se registraron 144 nuevos casos, agregó. De esos, 90 fueron en Hebei, y la región de Heilongjiang, más al norte, reportó 43.
Nueve de los casos fueron importados desde el extranjero, pero también hubo contagios locales en Guangxi, en el sur, y en la provincia norteña de Shaanxi. Esto pone de manifiesto la capacidad del virus para moverse por el vasto país de 1,400 millones de habitantes a pesar de las cuarentenas, las restricciones de viaje y el monitoreo electrónico.
En total, China ha reportado 87,988 infecciones y 4,635 muertos desde el inicio de la pandemia.
¿Volverá la cuarentena estricta a China?
Las escenas recuerdan los hospitales de campaña improvisados en China. El país convirtió gimnasios en centros de aislamiento para combatir el primer brote vinculado a la ciudad de Wuhan, en el centro del país. A pesar de que China contuvo la propagación nacional del coronavirus en el último repunte las cosas cambiaron.
La ciudad más afectada está cercana a la capital, Beijing, por lo que se activaron las alarmas. Adicionalmente, se teme a la avalancha de personas que planean viajar lejos para reunirse con sus familias en la festividad más importante del país.
Por el momento, no se tiene previsto una toma de decisiones drástica, pero China se prepara con la experiencia previa.
El repunte en el norte de China coincide con la visita de los expertos de la Organización Mundial de la Salud al país para recopilar datos sobre el origen de la pandemia. El grupo llegó el jueves a Wuhan, donde se detectó por primera vez el virus a finales del 2019. Los miembros del equipo estarán en cuarentena de dos semanas antes de realizar visitas presenciales.
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