Las muertes por COVID-19 en el país dejaron a miles de menores de edad sin un padre o tutor, una crisis que se agravó día a día conforme la enfermedad avanzaba en distintos estados y ahora hay una cifra aproximada según un reporte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Más de 142 mil menores perdieron algún padre o tutor por COVID-19 en el país
Según el estudio, al menos unos 142,637 menores en el país perdieron a alguno de sus padres o a su tutor por COVID-19 entre el 1 abril de 2020 y el 30 junio de 2021.
El análisis señala que uno de cada 500 niños y adolescentes en el país se ha quedado sin algún padre o abuelo que se hacía cargo de ellos.
Se estima que unos 120 mil 630 menores en el país perdieron a un “cuidador primario”, es decir, a uno de sus padres o abuelos que se encargaba de cubrir sus necesidades básicas y alojamiento.
Por otra parte, más de 22 mil niños o adolescentes perdieron un “cuidador secundario”, que los investigadores definen como un abuelo que les da alojamiento pero no responde a sus necesidades básicas.
Las pérdidas podrían ocasionar problemas futuros en los menores que perdieron a un padre
En este estudio, los menores de minorías étnicas suponen el 65% de los que se han quedado sin alguno de sus progenitores o tutor por la pandemia.
Los especialistas creen que esto podría desencadenar problemas futuros, ya que la orfandad está vinculada a problemas de salud mental, baja autoestima, comportamientos sexuales arriesgados y un mayor peligro de que los menores acaben consumiendo drogas, se suiciden o sean explotados.
“Los menores que afrontan la orfandad como resultado del COVID-19 es una pandemia secreta, global, de la que tristemente no se ha librado EE.UU.”, dijo la principal autora del estudio, Susan Hillis, investigadora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).