En ocasiones, el pago de tarjetas de crédito se convierte en un suplicio, ya que se debe devolver dinero que no se tenía al momento de usar las tarjetas, lo que puede resultar complicado de asimilar y liquidar.
Sin embargo, aquí tenemos algunas recomendaciones para que puedas hacerlo y así lograr unas finanzas más sanas.
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Una deuda a la vez: parece imposible, pero con organización se puede
Si tienes saldos en múltiples tarjetas de crédito, es vital establecer un plan y ceñirte a él. Enfócate en liquidar una deuda a la vez. Puedes optar por pagar primero la tarjeta con:
- La tasa de interés más alta.
- El saldo más bajo.
Asegúrate de cubrir al menos el pago mínimo en todas las tarjetas, mientras destinas un mayor esfuerzo a la que has decidido eliminar primero. Con paciencia y organización, podrás reducir tus deudas considerablemente.
No pagues solo el mínimo: haz un pequeño esfuerzo
Abonar solo el mínimo en tus tarjetas de crédito, prolonga el tiempo de pago y aumenta los intereses. Esfuérzate por pagar un poco más cada mes. Incluso una pequeña cantidad adicional puede reducir tu saldo y, con ello, los intereses a largo plazo. Revisa tu estado de cuenta para comprender cómo se calculan los intereses y utiliza esa información para motivarte a pagar más.
Unifica tus deudas de tus tarjetas de crédito: aunque te cobren un cargo, te ahorras en intereses
Consolidar tus deudas puede simplificar tus pagos y reducir la tasa de interés general. Puedes optar por:
- Transferir saldos a una tarjeta con una tasa de interés más baja, aunque esto pueda conllevar un cargo inicial.
- Usar el capital de tu vivienda para obtener una línea de crédito con una tasa de interés más baja.
Al consolidar, asegúrate de no acumular nuevas deudas y controlar tus gastos para que esta estrategia sea efectiva a largo plazo.
Revisa tus gastos: una buena organización te dará tranquilidad
Evalúa y ajusta tus gastos
Para manejar tu deuda de manera eficaz, es fundamental revisar y clasificar tus gastos mensuales. Utiliza tu estado de cuenta para identificar áreas donde puedas reducir gastos, como:
- Entretenimiento
- Comidas fuera de casa
- Compra de ropa y calzado
- Compras no prioritarias
Considera pagar en efectivo para evitar gastos impulsivos y utilizar cualquier ingreso adicional, como bonos o aumentos salariales, para reducir tu deuda.
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