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Las separaciones familiares debido a un proceso de deportación es una realidad que cada día es más presente en nuestra comunidad latina.

Las escenas que muchas veces vemos narradas en las noticias, dan cuenta de solo una parte del proceso doloroso que trae la separación de la familia. Sin embargo, el dolor emerge desde el momento que estamos conscientes que la posibilidad de una deportación es una realidad en nuestra familia.

Para algunos padres y madres hablar sobre este tema con los hijos es muy difícil. Algunos optan por quedar callados, esperando que nunca llegue ese momento. ¿Será esto saludable para la familia? ¿Cuándo y cómo debo de hablar con mis hijos sobre la posibilidad de una separación?

 
Tema legal

En este asunto hay dos procesos importantes que atender: el emocional y el legal. En el asunto legal, es necesario hacer una consulta profesional para saber qué hacer si un funcionario de inmigración llega a su casa o si es detenido.

También es necesario tener disponible nombres y teléfonos de abogados y/o de líderes de la comunidad para llamar en caso de emergencia. Así como hacer un plan específico sobre la custodia de los hijos menores de edad, e identificar un adulto que pueda asumir la custodia temporal en una situación de emergencia y que los menores estén familiarizados con esa persona. Esto les provee a los niños un mayor sentido de seguridad dentro de la inestabilidad de la situación.

 
Hable con sus hijos

En el asunto emocional es necesario que, de acuerdo con la edad del niño, se desarrolle un plan para hablar con ellos sobre la posibilidad de una separación. Es importante que el plan garantice la seguridad física y emocional del menor.

Inevitablemente, un proceso de separación tiene un impacto en la vida emocional en todos los miembros de la familia. Lo que está en nuestro control es tratar de que el proceso sea lo menos traumático y lo más informado posible. De acuerdo con la edad, vaya explorando con sus hijos, las inquietudes y preguntas que tengan sobre lo que está pasando en la familia.

No dé más información de la que pregunten y no invente cuentos o historias que no son reales. Si no sabe la respuesta a la pregunta que le hacen, está bien decir que no tiene la respuesta a esa pregunta, pero cuando tenga más información, se lo dejara saber.

 
Mantenga el contacto

Una vez se haya dado el proceso de separación, si es posible, es importante mantener comunicación constante desde la distancia, a través del teléfono, video conferencias, etc.

En algunos casos, darle un objeto de transición (ej. un peluche, un libro, etc.), y que el niño lo asocie con el padre o madre, pudiera ser de beneficio emocional.

 
Ayuda profesional

Buscar ayuda profesional es otro recurso que está disponible para ayudar a la familia a enfrentar el proceso emocional acompañado por un profesional de salud emocional.

Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional, que puede ayudar identificar aspectos específicos de su situación. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.

 

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D.

Psicóloga Clínica e Investigadora

Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill

Departamento de Psiquiatría

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D. Psicóloga Clínica e Investigadora Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Departamento de Psiquiatría