El iceberg A-68A, uno de los más grandes del mundo y de la historia, se desintegró después de poco más de tres años de haberse desprendido del Polo Sur.
El enorme pedazo de hielo se desprendió de la plataforma Larsen-C en 2017 y desde entonces comenzó a ser monitoreado por su cercanía a la isla de Georgia del Sur, pues se temía que pudiera dañar el ecosistema que se encuentra alrededor de la isla.
Sin embargo, todo cambió cuando en diciembre 2020 el iceberg se movió de dirección y las corriente lo llevaron lejos de la isla.
La flota de satélites Copernicus, trazó el viaje del A-68A para irlo monitoreando durante los últimos tres años. Con el paso de del tiempo comenzó a romperse y sufrió varios daños. La semana pasada se desprendió un pedazo grande del mismo, el cual fue llamado A-68G, con un tamaño de 53 km de longitud.
Este se quebró y se dividió en dos icebergs, uno de 20 Km de largo y otro de 30. Mientras que el iceberg principal que llegó a medir casi 100 Km de ancho, ahora solo mide 60 Km. En un inicio fue el pedazo de hielo más grande de la historia.
Ninguno de los icebergs amenaza alguna isla y por la trayectoria que llevan lo más probable es que terminen desintegrándose.