Maggie estaba en su tercer año en la Universidad NC State cuando se dio cuenta que no podría mantenerse matriculada por más tiempo.
“Yo me estaba pagando la universidad, pero sabía que ese era mi último semestre,” comentó Maggie. “No podía seguir pagando. Sabía que al terminar ese semestre me iba a tener que retirar. Iba a tener que volver a trabajar. No me alcanzaba el dinero.”
Maggie y su familia se mudaron a Estados Unidos desde Venezuela hace 21 años. Es beneficiaria del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, DACA. No estamos utilizando su nombre completo porque teme por su seguridad.
Señala que buscó becas, pero por su estatus migratorio no podía encontrar ninguna para la que fuera elegible.
Una beca que le cambió la vida
“Fue tan difícil encontrar una beca para la que fuera elegible porque tengo DACA,” explicó Maggie. “Entonces, aunque hay miles de becas disponibles, en la letra pequeña de la mayoría dice que solo está abierta para ciudadanos o residentes.”
Maggie comenta que estaba en redes sociales cuando vio a un amigo mencionar Golden Door Scholars. La organización sin ánimo de lucro provee becas a estudiantes indocumentados, con DACA o con Estatus de Protección Temporal (TPS).
“Cuando me enteré sobre la beca, definitivamente fue como una luz de esperanza,” dijo Maggie.
En Carolina del Norte, los estudiantes con DACA que estudian en universidades públicas estatales deben pagar la matrícula como si vinieran de otro estado sin importar si han residido en Carolina del Norte por un tiempo prolongado.
En el 2016, Golden Door Scholars le otorgó una beca a Maggie, que como ella señala “le cambió la vida.”
Más que una beca, una comunidad
Maggie dice que el programa provee más que solo una beca.
“No te van a entregar un cheque, decir: ‘buena suerte, nos vemos en tu grado,’ darse la vuelta e irse,” comentó Maggie. “Es algo mucho más grande que eso. Es una comunidad. Es acompañamiento y asesoría.”
El programa junta a los becados con mentores y organiza eventos para ayudar a los estudiantes a navegar la vida universitaria.
“Si, es una beca que me ayudó a graduarme,” explicó Maggie. “Pero la comunidad y la asesoría tuvo, sin lugar a duda, el mayor impacto en mi experiencia.”
Gracias al programa de Golden Door Scholars, Maggie logró graduarse a tiempo y ahora trabaja como ingeniera de sistemas en Red Ventures, cuya sede está a las afueras de Charlotte en el condado de York, Carolina del Sur.
La mayoría de los estudiantes del programa reciben becas completas si asisten a una de las 19 universidades asociadas con Golden Door Scholars. Nueve de estas quedan en Carolina del Norte y, las demás están alrededor del país.
Todos merecen la oportunidad de estudiar
Para los estudiantes que no asistan a una de las universidades asociadas, las becas se otorgan revisando caso por caso.
“Creemos que toda la gente joven merece acceso a la educación universitaria,” explicó Grantham.
La organización sin ánimo de lucro fue fundada hace 10 años por el CEO de Red Ventures, Ric Elias. Desde ese entonces, Grantham dice que el programa ha recibido más de 9,000 solicitudes y ha otorgado más de 473 becas.
“Para los estudiantes indocumentados, o hasta para los estudiantes con DACA, la mayoría tienen que pagar la matrícula como si vivieran en otro estado, o no califican para la asistencia financiera federal, normalmente tampoco califican para la asistencia financiera estatal.” explicó Grantham. “Entonces no tienen el mismo nivel de acceso a la universidad y por ende no cuentan con la misma oportunidad económica.”
Los estudiantes elegibles tienen plazo hasta el 10 de octubre para llenar la solicitud por la página web de Golden Door Scholars.