El tenista número uno del mundo, Novak Djokovic, sigue en contra de las vacunas y no cree en las presiones para ponérsela.
Si se viera obligado a elegir dijo que se perdería Roland Garros y Wimbledon, renunciando a la oportunidad de igualar o superar el récord de 21 títulos de Grand Slams de Rafael Nadal, antes de vacunarse contra el COVID-19.
Destacó que
"Los principios de decisión sobre mi cuerpo son más importantes que cualquier título o cualquier otra cosa".
En una entrevista con la televisora británica BBC el martes, el serbio, ganador de 20 torneos del Grand Slam, señaló que todavía no se ha vacunado y que está dispuesto a sacrificar títulos por seguir así.
Si fuese necesario, no defender sus cetros en Roland Garros y Wimbledon y perderse otros torneos es "el precio que estoy dispuesto a pagar", afirmó el tenista de 34 años en unas declaraciones que posiblemente reforzarán su estatus de héroe entre algunos antivacunas.
¿Djokovic antivacunas?
Djokovic dijo que no está en contra de las vacunas y trató de distanciarse de los activistas afirmando que "Nunca he dicho que forme parte de ese movimiento". Sin embargo, apuntó que "todo el mundo tiene derecho a elegir, a actuar o a decir lo que considere apropiado para ellos" y que cree en "la libertad de elegir lo que pones en tu cuerpo. Y, para mí, eso es esencial".
En ese sentido, explicó su decisión de no vacunarse.
"Intento estar en sintonía con mi cuerpo todo lo posible. Basándome en toda la información que recibí, decidí no ponerme la vacuna a día de hoy. Entiendo las consecuencias de mi decisión”, declaró. "Entiendo que al no estar vacunado, hoy en día no puedo viajar a la mayoría de los torneos".
¿Qué le espera a Djokovic de cara a los próximos torneos?
Los requisitos que entraron en vigor en Inglaterra la semana pasada permiten que las personas no vacunadas entren al país sometiéndose a pruebas de detección del virus antes y después de su llegada.
En Francia, las normas de vacunación podrían cambiar en los meses previos a Roland Garros, lo que permitiría la participación de Djokovic en el torneo. El país ha empezado a suavizar algunas de sus restricciones sanitarias y de viaje mientras se recupera de un importante repunte de las infecciones impulsado por la variante ómicron del coronavirus, más contagiosa que sus predecesoras.
El gobierno galo dijo la semana pasada que a finales de marzo o principios de abrir podría eliminar el requisito de vacunación que, en este momento, impediría la participación de los tenistas no vacunos en el torneo.
A partir del martes, una persona que no esté vacunada tendrá que demostrar que dio positivo al COVID-19 en los cuatro meses previos — frente al plazo anterior de seis meses — para acceder a recintos deportivos en Francia. La ley gala, que parte de la base de que si lo acaba de pasar tendrá cierta protección, busca impedir el acceso de la gente sin vacunar a estadios, restaurantes, bares y otros lugares públicos.
Djokovic anunció previamente que arrojó positivo en diciembre. Si se mantiene el plazo de cuatro meses podría quedar fuera del cuadro en París, a menos que se vacune o vuelva a contraer la enfermedad antes del inicio de Grand Slam el 22 de mayo.
Deportación de Djokovic sigue pesando
El serbio sigue dolido por su deportación de Australia por una disputa sobre su estatus de vacunación que ha polarizado a la opinión mundial. Destacó que no fue deportado por no estar vacunado, o por infringir una norma, sino porque el ministro de Inmigración prefirió evitar el riesgo de generar algún sentimiento antivacunas en el país o en la ciudad.
Djokovic ha ganado Roland Garros dos veces, incluyendo en 2021, y atesora seis títulos en Wimbledon, entre ellos los de las tres últimas ediciones. Nadal ganó el Abierto de Australia este año y superó a Djokovic y al suizo Roger Federer por un título. Djokovic fue deportado antes de jugar.