“No podemos mover nuestras casas, no podemos venderlas y no tenemos a dónde ir”. Así se resume la situación de más de 50 familias latinas que viven en el parque de casas móviles Forest Park, en Charlotte. Son hogares construidos, remodelados y sostenidos durante más de cinco décadas con trabajo, préstamos y ahorros que temen ser destruidos por una propuesta de rezonificación que permitiría construir departamentos a precio de mercado.
Este artículo forma parte de una serie de La Noticia en la cual los vecinos compartieron cómo esperan que se frene esta propuesta para poder mantener el que ha sido su hogar por años.
Dos años para irse y décadas de inversión en riesgo
La compañía Nisbet Oil Co., propietaria del terreno donde se ubica el parque, anunció en mayo del 2024 que vendería la propiedad. La carta entregada a los residentes les dio dos años para desalojar. Sin embargo, en la medida que se acercan los meses, crece la preocupación entre las familias que han hecho de este lugar su hogar durante décadas y podrían perder hasta $80,000.
Héctor Ríos Hernández sería uno de los afectados. Vive en Forest Park desde el 2004 con su esposa y dos hijos. En estos 21 años, ha invertido alrededor de $50,000 en su casa para construir: porche, habitaciones adicionales, reparaciones en la entrada para vehículos y árboles.
“Si nos toca trasladarlos, tendríamos que invertir en que la muevan (la casa móvil) y se perderían los cuartos, la madera que la compone, los pisos que mandé a poner, el techo, todo lo que se ve aquí”, explicó señalando su casa.
Añadió: “Nos dieron poquito tiempo, en términos de todo lo que invertí, dos años no es nada, para 21 años en los que hemos invertido, nos gustaría que nos permitan quedarnos”.
“Aquí están todos nuestros ahorros”: podrían perder hasta $100,000
El caso de Yolanda Valentín es similar. Compró su casa por $12,000 hace casi 20 años y ha invertido $80,000 más en ampliaciones: nuevas recámaras, sala, baño, renovación del techo, ventanas, sistema eléctrico y jardinería.
“Aquí están todos nuestros ahorros. Nos metíamos en préstamos para construir, para remodelar, comprar materiales, incluso yo estuve con mis propias manos ayudando con la remodelación… Si lo movemos, creemos que se va a destruir todo. Perderíamos como $100,000, porque aparte de lo invertido tendríamos que pagar porque lo muevan e invertir nuevamente en la electricidad y perdemos parte de la estructura. Prácticamente, es todo un dineral”, comentó.
Yolanda vive con su esposo y sus seis hijos. Explicó que además del impacto económico, hay otro arraigo: su casa es también una de sus fuentes de alimentos. En su jardín cultiva más de diez tipos de frutas y verduras que le permiten reducir gastos en un presupuesto ajustado.
No pueden mover o vender sus casas
En Forest Park, la estructura de muchas casas móviles ha sido modificada con anexos permanentes, lo que impide su traslado sin daño significativo.
Marta Chávez, quien vive allí desde hace 14 años, detuvo una remodelación planificada cuando recibió la carta de desalojo. Su casa fue construida en los años 80 y le han dicho, no puede ser trasladada.
"Yo vivo en una esquina y dando la vuelta se va a caer. Aparte me han dicho que los costos son bastantes. ¿Y a dónde me voy a mover? Es una gran pregunta porque aquí no hay nada cerca y en otras partes, que están retiradas, la renta es más costosa. Aquí pago $500 por el lote... Ojalá pensaran un poco más en la comunidad, porque lo único que queremos es trabajar y estar tranquilos", dijo.
Su hijo Leonel, quien creció en Forest Park, explicó: “Es una injusticia porque no dieron opciones a las personas que viven aquí. Hay gente que ha invertido mucho dinero y toda su vida está aquí. Han invertido en construcciones de la casa, en gastos, en todo. En nuestro caso, no la podemos mover porque ya tiene muchos años aquí y hay una estructura que está conectada con parte de la casa y si la movemos se va todo”.
Esperan respuesta del Concejo de Charlotte
La propuesta de rezonificación está siendo evaluada por el Concejo de Charlotte. Durante la presentación de este caso en el Centro de Gobierno, el 16 de junio, cerca de 100 vecinos expusieron las razones por las cuales no debería aprobarse.
“Los concejales respondieron que va a ser una decisión difícil y que van a investigar si tienen algunos derechos. Porque el dueño quiere vender, entonces lo que pueden hacer ellos era si de reunir las condiciones se aprueba o no el proyecto. Los inquilinos lo que quieren es la oportunidad de comprar ellos el terreno, pero para eso necesitarían tiempo para organizarse”, dijo Jessica Moreno, vocera de Acción NC y miembro de la junta directiva del Sindicato de Inquilinos en Carolina del Norte
Agregó que el próximo paso es “seguir alzando la voz de la comunidad y tratar de que los concejales los escuchen”.