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Al planificar tener una familia, es crucial que la pareja discuta cómo quieren que sea el proceso de cuidado de los hijos. A menudo, partimos de nuestras propias experiencias familiares y olvidamos que nuestra pareja puede haber tenido vivencias familiares diferentes.

¿Papá, mamá, o alguien más?

Dentro de nuestra cultura latina, hay una tendencia a definir roles tradicionales en la familia, donde la mujer tiende a quedarse en casa para cuidar a los hijos mientras el hombre trabaja fuera buscando el sostén familiar. Hoy en día, aunque algunas familias prefieren seguir estos valores tradicionales, otras, por diversas razones, deciden que ambos trabajen. Con esta decisión surge la interrogante de cuándo es el momento apropiado para llevar a cuidar a los hijos.

La realidad es que no hay una respuesta única que pueda aplicarse a todas las situaciones y personas.

Sabemos que los primeros meses de vida son cruciales para que el bebé desarrolle un vínculo afectivo con sus progenitores, especialmente con la madre. Es por eso que algunos estados y empleadores proveen licencia de maternidad, que puede fluctuar entre dos a tres meses. El sistema inmunológico del bebé está en proceso de desarrollo, por lo que estar en un ambiente más controlado y con menor exposición a bacterias es lo más recomendable.

A partir de este momento, los padres/madres deben tomar decisiones basadas en varios factores:

- Costo efectividad: ¿El ingreso que ambos generarán será suficiente para asumir el costo del cuidado del infante?

- Sistema de apoyo: Algunas familias cuentan con el apoyo de la familia extendida (abuelas, tías, etc.), proporcionando más confianza en que el infante estará en buenas manos.

- Necesidades particulares del hijo: Algunos niños nacen con necesidades que requieren mayor cuidado y atención, por lo que estar al cuidado de la madre o padre podría ser esencial.

- Necesidades de la madre: Hay madres que, además de asumir la maternidad, desean mantenerse en la fuerza laboral. Esta necesidad es importante de atender porque el sentido de felicidad que tenga la madre tiene un efecto positivo en los hijos.

¿Cuándo dejar al niño al cuidado de alguien más?

Otros factores a considerar son esperar a que el niño desarrolle el lenguaje para expresar malestares en el centro de cuidado o que haya adquirido el adiestramiento para ir al baño, ya que será más independiente.

No hay decisiones perfectas. La correcta es la que mejor se ajuste a las necesidades de la familia en un momento histórico dado. Como seres dinámicos, las necesidades pueden cambiar, al igual que las decisiones que vayamos tomando.

Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para mayor información, pueden llamar al 984-974-3795.

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D. Psicóloga Clínica e Investigadora Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Departamento de Psiquiatría