El futuro encierra un elemento de incertidumbre porque ciertamente, no tenemos una bolita de cristal para saber qué nos depara el destino. Aunque podamos tener unos planes a corto y largo plazo, la realidad es que lo incierto puede afectar esos planes. En situaciones particulares (como una condición médica, la respuesta de un trámite migratorio, etc.), la incertidumbre puede ser mayor, contribuyendo, en algunos casos, a un estado de ansiedad.
El saber que tenemos una cierta estabilidad de las cosas materiales (vivienda, empleo, visa, etc.) y de nuestras relaciones (pareja, familia) nos da un cierto sentido de control de nuestra vida. Sin embargo, la realidad es que tenemos muy poco control o ninguno de muchas cosas en nuestra vida.
¿Cómo vivir sin tener un sentido de control?
Aceptación
Cuando reconocemos que tener un control absoluto de la vida y de lo que nos rodea no es posible, abrimos paso a la aceptación y a encontrar paz con esa realidad.
Discernimiento
Aunque es cierto que no tenemos el control absoluto de todo, hay algunas cosas de las cuales tenemos un mayor control como por ejemplo, nuestras decisiones, nuestros comportamientos, entre otros. Tomar acción sobre lo que, de cierta manera está dentro de tu control, trae sentido de eficiencia y paz, que puede aliviar la ansiedad de lo incierto.
Prestos para vivir el presente
Enfocarnos a plenitud en el momento presente puede ayudar a distraernos
de nuestras preocupaciones hacia el futuro y construir las memorias para un futuro. Aunque no sepamos sobre nuestro futuro, podemos tomar acción sobre nuestro presente, el aquí y el ahora y disfrutar de ese tiempo con los seres queridos.
Se puede vivir con incertidumbre
Una vez aceptamos la realidad de que lo incierto es parte de nuestra vida, necesitamos aprender a soltar aquello de lo que no tengo control, confiando en que, aún sin tener control, todo estará bien. ¿Cómo pensar que todo estará bien si no tengo el control?
Hay personas que utilizan el proceso espiritual para poder confiar en que una fuerza mayor permitirá que todo esté en el orden divino. Otras personas utilizan otros recursos internos y externos que les brinden sentido de confianza. Sin embargo, es importante recordar, que no es soltar todo y pensar que el universo
se encargará de ordenar nuestra vida. Tenemos que asumir la responsabilidad de hacer la parte que nos toca. Cuando hacemos este trabajo, la posibilidad de abrazar y apreciar lo incierto se hace una realidad.
La vida se torna más liviana porque ya no tengo que estar en todo momento tratando de tener control de lo que me rodea. No solamente este acercamiento puede traer paz a nuestra vida, sino también a los seres que nos rodean. Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para mayor información pueden llamar a: Click aquí.