Un niño con discapacidad realizó una broma inesperada al Papa Francisco, pues le robó el "gorro" (solideo) al sumo pontífice.
El pequeño de 10 años subió al estrado y se acercó al Papa durante el tradicional saludo a los peregrinos, esto para pedirle el solideo que llevaba.
Aunque no lo cedió en primera instancia, Francisco le tomó las mano y sonrío, tuvo una pequeña conversación y dejó que deambulara a su alrededor.
El niño se sentó en la silla reservada a los cardenales que se encuentra junto al Papa; posteriormente le quitó el "gorro" al sumo sacerdote quien sonriendo permitió que se lo llevara.
"Este niño tuvo la libertad de acercarse y moverse como si estuviera en casa", dijo Francisco I con una divertida mirada.
"Le agradezco por esta lección porque los niños no tienen un traductor automático del corazón a la vida".
El pequeño regresó al lado de su madre para terminar de escuchar el mensaje del máximo dirigente de la iglesia católica.