El atentado suicida de la semana pasada en el aeropuerto de Kabul, Afganistán, dejó un saldo de 200 personas fallecidas, entre ellas 13 militares estadounidenses, uno de ellos originario de Carolina del Norte.
Ryan Knauss, sargento del estado mayor, fue el último miembro del servicio estadounidense asesinado en Afganistán.
Si bien el dolor es inmenso dentro de la familia que reside en Fort Bragg, la base militar cerca de Fayetteville, su esposa Alena Knauss se siente orgullosa por la labor que realizaba Ryan.
“Sé que la gente se siente honrada de haberlo conocido y por su sacrificio. Yo me siento honrada de haber sido su esposa. Realmente lo siento”, dijo para CBS17.
Alena fue informada sobre el fallecimiento de su esposo el viernes 27 de agosto, cuando oficiales del ejército acudieron a su domicilio alrededor de las 12:06 pm.
“Nunca esperas que sea tu esposo una de las víctimas. Estaba justo donde quería estar. Me siento muy orgullosa de él”.
"Incluso cuando pensé que sabía dónde estaba, no era allí donde estaba, lo cual provocó mucha confusión cuando me enteré", explicó.
Knauss recordó la importancia que tenía para su esposo el formar parte del ejército estadounidense.
“Cuando se inscribió con solo 16 años, hizo que el reclutador lo siguiera literalmente a su casa ese día para que sus padres firmaran el papeleo porque él era menor de edad”.
La familia del sargento creó un GoFundMe donde se solicita ayuda económica para pagar los gastos del funeral.
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