Muchas veces escuchamos el refrán cuando tengas hijos pagarás tus travesuras
, como una referencia de que nuestros hijos serán igual o peor de lo que nosotros fuimos de niños. Hay personas que le llaman la ley del karma o lo que se hereda no se hurta
. ¿Cuánto influye la herencia versus el ambiente en el carácter de nuestros hijos?
A través de la genética, tenemos una predisposición hacia ciertas características, pero en la interacción con el ambiente, se crean las condiciones perfectas para que se desarrollen o no esas características.
¿Herencia o ambiente?
Muchas veces pensamos que las características/conductas son heredadas, cuando en la realidad puede ser que un componente de observación e imitación es el que ha influenciado en el desarrollo de esa conducta.
Veamos un ejemplo, un niño puede traer en su genética una predisposición hacia la timidez, pero si crece en un ambiente que se le provea apoyo y validación, es posible que la persona no presente asuntos de timidez. Pero si, por el contrario, lo ridiculizamos y lo avergonzamos cuando toma alguna iniciativa, las probabilidades de que desarrolle timidez son muy altas.
No debemos ver la herencia como un factor único y determinante de las características o conductas de un ser humano. Es un potencial, que, en algunas condiciones, especialmente médicas, puede ser un factor central, pero el ambiente es un factor importante y poderoso. Por otro lado, es importante recordar que nuestros hijos estarán interactuando con otros niños/personas, lo cual es otro factor de influencia.
¿Cómo prevenir algunas conductas en nuestros hijos?
Ser agente modelo
La mejor manera de promover conductas que deseamos moldear en nuestros hijos es a través de nuestro ejemplo. En edades tempranas los niños son como esponjas que absorben lo que está a su alrededor y tienden a imitarlo.
Ser agente de apoyo
Contrario de enfocarnos en las conductas negativas que vemos en los hijos, es mejor si enfocamos nuestra atención en las conductas que queremos estimular.
Estimular conductas alternas
Cuando solo le decimos a los hijos lo que, NOpuede hacer, sin dejarle saber lo que, SIpuede hacer, los dejamos en un lugar de frustración en donde la conducta no deseada se torna en el punto central.
No hay padres perfectos
Educar y criar a un hijo es una de las tareas de mayor reto en la vida de un ser humano. Será una tarea que, aun haciendo nuestro mayor esfuerzo, inevitablemente cometeremos errores que se pueden transformar en procesos de aprendizaje para los padres como para los hijos.
Evitemos criar a nuestros hijos con miedo o con una imagen en nuestra mente de cómo deberían ser.
Tener una mente abierta a que cada hijo es único y no porque lleven parte de nuestros genes tienen que ser hechos a nuestra imagen y semejanza, nos ayudará a amarlos y aceptarlos por lo que son y no por lo que hacen. Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.
Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D.
Psicóloga Clínica e Investigadora
Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill
Departamento de Psiquiatría