La Organización Mundial de la Salud y la Academia Americana de Pediatría recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé. Así mismo invitan a comenzar a combinar la lactancia con alimentos sólidos, por lo menos hasta el primer año de vida. Dejar de amamantar deber ser una tarea progresiva. En este sentido, el primer paso para comenzar este proceso es la introducción de otras fuentes de nutrición. Dejar de amamantar es una decisión uy personal, La madre puede verse influenciada por creencias culturales, por la necesidad de regresar al trabajo, o por cualquier otra razón que le haga querer comenzar con este proceso. Se recomienda que se desarrolle de forma gradual para evitar la ansiedad, tanto de la madre como la del niño. A continuación se presentan algunos aspectos a considerar a la hora de dejar de amamantar:
1. No existe un tiempo determinado para hacerlo:
Lo más recomendable es que la madre siga amamantando al bebé mientras ambos se sientan cómodos. En este sentido, el bebé puede dejar de recibir la leche de su madre por completo entre los 2 y los 7 años. Sin embargo, no existe ninguna evidencia médica que afirme que amamantar a niños más grandes trae alguna consecuencia negativa para ellos o para sus madres.
2. El proceso se dará por sí solo:
A medida que el niño va creciendo, va adquiriendo nuevas habilidades. Comienza a caminar, a hablar y a comer una mayor variedad alimentos. Esto puede resultar en una pérdida de interés por el pecho. De la misma forma, algunos niños pueden perder el interés por la lactancia puesto que reciben la sensación de seguridad y confort al succionar el chupón o sus dedos.
3. La actitud del niño frente a la lactancia:<
Es importante prestar atención al tiempo que duran las sesiones de lactancia. Si gradualmente se van tornando más cortas, puede ser que el niño esté listo para dejar de tomar pecho. Es importante observar la actitud del niño a la hora de ser amamantado. Si se muestra desinteresado, distraído o irritable, también puede ser una señal de que está listo para dejar la lactancia. El succionar el pecho para buscar confort y no para tomar la leche, también puede ser una señal de que el niño está preparado.
4. Su estado emocional:
Tomar la decisión de dejar de amamantar tiene un impacto emocional en la madre. Es por esto que al empezar a hacerlo pueden surgir emociones encontradas. La lactancia es una labor exclusiva de la madre que permite la creación de un vinculo afectivo con el bebé. Esa sensación satisfactoria puede ser difícil de dejar. Por otro lado, dejar la lactancia le da más libertad y flexibilidad, por lo que puede tener un impacto positivo en su vida.
Es importante recordar que este proceso trae consigo grandes cambios y por eso se recomienda que sea progresivo. Tanto la madre como el niño sentirán una gran variedad de emociones en el proceso. Trate de ser paciente y descubra junto a su hijo otras maneras de nutrirse mutuamente.
Para más información consulte: OMS