Por violencia doméstica se entiende a patrones de conductas opresoras que incluyendo abuso , sexual, psicológicos o emocionales ejercidos en contra de una persona. La violencia doméstica es un problema mundial con la mayoría de mujeres como víctimas.
Estudios han demostrado que una de cada tres mujeres en el mundo ha sido golpeada, forzada a tener relaciones sexuales o maltratadas, y una de cada cuatro mujeres ha sido abusada durante su embarazo. Además de la víctima en la pareja, hay otras víctimas que no tienen el poder de hablar acerca de cómo les afecta vivir en un hogar con violencia, a quienes UNICEF los denomina “las víctimas olvidadas de la violencia doméstica”. Ellos son los niños.
Un estudio llevado a cabo por la Secretario General sobre la Violencia contra los Niños estima que hay por lo menos en el mundo 275 millones de niños expuestos a la violencia en el hogar, y esta cifra no representa a muchos países en donde no se conoce este dato. Las personas que exponen a los niños a violencia en el hogar los privan su natural “derecho a un ambiente de hogar seguro y estable.”
Efectos graves y duraderos
Numerosos estudios han demostrado que los niños que están expuestos a la violencia en el hogar pueden sufrir una serie de efectos graves y duraderos. En ellos aumentan las probabilidades de ser víctimas de abuso infantil, de tener dificultades de aprendizaje, de tener habilidades sociales limitadas, de tener conductas violentas, arriesgadas o delincuentes y de sufrir de depresión o ansiedad.
Los bebés y los niños pequeños que están expuestos a la violencia en el hogar experimentan mucho más estrés emocional que puede causar daño al el desarrollo de su cerebro y afectar su crecimiento. Los niños expuestos a violencia doméstica a temprana edad pueden padecer de irritabilidad excesiva, problemas de, emocional, miedo de estar solo, comportamiento inmaduro, problemas con el control de esfínteres y de desarrollo, y así también como presentar falta de concentración y el enfoque en la escuela.
Problemas de personalidad y de comportamiento
Estudios también han demostrado que los niños expuestos a violencia en el hogar son más propensos a presentar problemas de personalidad y de comportamiento, enfermedades psicosomáticas, depresión, tendencias suicidas, o a mojar la cama en edad escolar.
Conforme van creciendo, demuestran mayor riesgo de abuso de sustancias, de embarazo juvenil, conductas criminales, aislamiento, agresividad, y en ellos se aumenta la probabilidad de que sean víctimas o causantes de violencia doméstica.
Necesitan un hogar donde se sientan seguros
Es de suma importancia que los padres o custodias de niños sean informados del impacto que las actitudes violentas tienen en los niños y respetar sus derechos a crecer en un hogar armónico.
UNICEF en su reporte indica que los niños necesitan de un hogar seguro, libre de violencia, con padres responsables, protectores, que amen a sus hijos.
Los niños necesitan de padres que les demuestren que los conflictos se resuelven sin violencia o sin abuso y que les sean proveídos de estabilidad, rutina y apoyo en el hogar. Los niños tienen derecho a un ambiente en casa que sea tranquilo, seguro y libre de violencia.