El mundo se ha adaptado a vivir con la pandemia de coronavirus en lo que es conocido como la nueva normalidad. Muchas personas, que tienen la posibilidad, han abandonado sus trabajos por temor a contagiarse. La otra cara de la moneda es la gente con vocación que no deja de hacer lo que más ama.
Como Jorge Jesús Gavelán Izaguirre, de 71 años, un profesor universitario de Perú que a pesar de dar positivo en COVID-19 continuó dando clases con ayuda de tanques de oxígeno hasta su último día de vida.
Gavelán Izaguirre padecía una cardiopatía, situación que complicó su cuadro de COVID-19 y tuvo que ser internado en una clínica de Lima en enero.
Debido a su ausencia, la Facultad de Ciencias Contables de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos asignó a un maestro sustituto en su lugar; sin embargo, el experimentado docente se dio cuenta de que sus alumnos no estaban rindiendo como lo hacían normalmente.
Una vez que regresó a casa y recuperó fuerzas, Jorge se dispuso a seguir dando clases a pesar de que su familia le exigía descansar. De acuerdo al diario El Comercio, Gavelán Izaguirre trabajaba seis horas diarias, lo que elevó su consumo de oxígeno.
"Le dijimos, papá para, y nos dijo: No, yo quiero continuar. Y continuó. Dictaba clases virtuales tres veces a la semana a tres salones. Eran un promedio de 6 horas diarias. Llegó a concluirlas, tomó el examen final y desde ahí recién se sintió mal. De necesitar 4 litros de oxígeno, de pronto pasó a 9 litros y tuvimos que llevarlo al hospital", detalló su hija Fabiola Gavelán.
De vuelta en el hospital, Jorge arrojó negativo en la prueba de antígenos, pero presentó un severo daño pulmonar.
"Lo llevamos de emergencia y le hicieron la prueba de antígeno y salió negativo. Le tomaron una tomografía pulmonar y le dijeron que tenía fibrosis y derrame pleural. Dijimos, ok ya el Covid se fue y tratemos de reparar el daño que tiene. Mi papá nos pidió, por favor, que si la prueba salía positiva lo lleváramos a la casa porque él no quería volver al área Covid del hospital. Cuando estuvo en UCI fue muy fuerte y vio morir a gente todos los días", contó su hija.
La petición de Jorge no pudo ser cumplida y fue trasladado a la UCI de cardiología de Perú, donde perdió la vida.
El caso de Jorge ha conmovido he inspirado a miles de personas alrededor del mundo que se identifican con él y su amor por su vocación.