Dónde y cómo encontrar la felicidad parece una pregunta difícil de responder. Pero sí hay respuestas. El lugar y la forma está en cada uno de nosotros. ¿Sabes por qué?
¿Qué es la felicidad?
Antes de entender dónde y cómo encontrar la felicidad, tenemos que saber qué es. El Diccionario de la Real Academia Española define la felicidad como:
Estado de grata satisfacción espiritual y física
.Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz.
Ausencia de inconvenientes o tropiezos
.
La felicidad es diferente para cada persona puesto que las metas y el nivel de complacencia son individuales. Esto hace que no todos vayamos tras los mismos objetivos. Lo que sí tenemos en común todas las personas es que anhelamos ese estado físico y mental que nos permite sentirnos autorrealizados.
El psicólogo Daniel Gilbert en una entrevista para la Asociación Americana de Psicología, dijo que la felicidad es el objetivo final de prácticamente todas las decisiones que tomamos. De una forma u otra, la medida de una buena decisión es si trae bienestar, placer, felicidad, alegría, satisfacción: elija su favorito. Es el principal motivador del comportamiento humano.
¿Dónde encontrar la felicidad?
"No hay un camino a la felicidad: la felicidad es el camino".
Buda
En este sentido, el lugar donde la encontramos es cualquiera donde nos sea posible llevar a cabo lo que nos trae satisfacciones.
Muchas personas condicionan la felicidad a un espacio físico. Por ejemplo, los inmigrantes conservan el cordón umbilical con sus países de una forma hasta poética, pero a veces enfermiza. Se anclan de tal manera a ese lugar que no se sienten complacidos ni tan siquiera con respirar cada mañana. Conservar las raíces es maravilloso, pero supeditar la felicidad a una ubicación geográfica nos amarra.
La felicidad está en todos lados, solo tienes que trasladar tus emociones y actitudes al sitio donde te toque vivir.
Cómo encontrar la felicidad
"La felicidad depende de nosotros mismos".
Aristóteles
La base de encontrar la felicidad está en conocernos tan bien que nos permita fijar nuestro puerto final. Ser racionales con esa meta es fundamental. A veces perseguimos sueños que no tienen una base y nos frustramos cuando no llegamos allí. No puedo desear llegar a la Luna si dedico mi vida al periodismo en lugar de la astronomía. Ser consecuentes, reales y atinados nos ayudará a enfocarnos en lo posible.
Otro punto importante es plantearnos propósitos de corto alcance. Eso hará que nos dirijamos paso a paso y sumemos más escaladas de superación.
Y, finalmente, celebra y disfruta cuando llegues a cada una de esas metas por diminutas que parezcan. Aprecia el valor de las pequeñas cosas y muestra gratitud. No se trata de la cantidad sino de la calidad del momento.