La nación está aumentando de tamaño, pero esto no tiene nada que ver con la población, sino con la cintura. Las personas son más pesadas que nunca. Cerca de la tercera parte de la población estadounidense está considerada como obesa. Ningún estado de la nación tiene un nivel de obesidad inferior al 20.
Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) aseguran 36 tienen un predominio del 25 o más; 12 de dichos estados (Alabama, Arkansas, Kentucky, Luisiana, Michigan, Mississippi, Missouri, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee, Texas, y West Virginia) alcanzaron un predominio del 30 o más. Las mujeres alcanzan los mayores niveles de obesidad que los hombres.
Aunque es bien conocido que la adopción de una dieta saludable y el ejercicio físico frecuente son formas claves para mantener un peso sano, es fácil caer en malos hábitos. Algunos hombres y mujeres confrontan dificultades para evitar las tentaciones y adoptar una dieta sana. Pero el balance y el control de las porciones son formas idóneas de disfrutar de los alimentos sin aumentar de peso. A continuación, algunos consejos para tener éxito en el intento.
1. Use un plato más pequeño
Esto engañará la vista y el cerebro y hará que piensen que está comiendo demasiado. Un plato más grande parece vacío con porciones más pequeñas, y nos tientan a comer más de lo necesario. El uso de un plato más pequeño puede dar la impresión de que se desbordan los alimentos.
2. Prioridad: los vegetales
Los vegetales deben ser prioridad, no platos secundarios. Llénese con vegetales y convierta la carne y otros alimentos con alto nivel de calorías un plato secundario, en vez de que sea viceversa. Dos terceras partes del plato deben estar integradas por vegetales, y la porción restante de proteínas o almidones.
3. Evite las bandejas en la mesa
Evite las comidas al estilo familiar, es decir, colocar enormes bandejas llenas de comida directamente en la mesa. Esto nos tienta a repetir cuando en realidad no se siente tanto apetito. El cerebro demora por lo menos veinte minutos en reportar la sensación de llenura, por lo que es mejor servirse directamente del fogón y esperar a ver si se tiene más apetito antes de ir a la segunda vuelta.
4. Cambiar a productos descremados
Es bien conocido que los productos lácteos son un componente importante de una vida sana. Sin embargo, las variedades de leche entera contienen grandes cantidades de calorías y grasas saturadas. Opte por la leche descremada siempre que sea posible. En la actualidad hay variedades ultra pasteurizadas de leche descremada que son cremosas y satisfacen.
5. Más pescado
Recurra a las proteínas de los mariscos. Comer pescado una o dos veces por semana es una forma excelente de reducir el consumo de calorías y disfrutar de un alimento rico en ácidos grasos esenciales.
6. Experimente con hierbas, no con sal
Demasiado sodio en la dieta puede perjudicar la presión arterial y conducir a la retención de agua. Por el contrario, recurra a las hierbas para darles sabor a las comidas. Tenga a mano una selección de hierbas frescas como perejil, cebollinos, cilantro, albahaca y otras, y es muy probable que no echará de menos la sal.
7. Aderezos y salsas con moderación
Se puede convertir rápidamente una ensalada saludable en perjudicial si se le adiciona demasiado aderezo cremoso. Varios estudios revelan que algunas ensaladas de restaurantes de comida rápida tienen más grasas que otros componentes de ese tipo de establecimientos, incluyendo las hamburguesas. Opte por mantener el aderezo al lado, o seleccione alternativas sin grasa. Use sólo una o dos cucharaditas para dar sabor.
8. Complázcase de vez en cuando
Privarse de algo que le guste puede dar como resultado comer de forma compulsiva o exagerada. Sólo recuerde controlar las porciones de alimentos dulces o grasos y tratar de no sobrepasarse el resto del día.
9. No olvide ejercitarse
El Colegio de Medicina Deportiva de Estados Unidos señala otros beneficios de la ejercitación más allá de la simple pérdida de peso:
- Disminuye el riesgo de infarto cardíaco en un 40.
- Disminuye el riesgo de cáncer de seno en un 20.
- Disminuye el riesgo de depresión en un 30.
- Disminuye el riesgo de hipertensión en un 40.
- Disminuye el riesgo de diabetes tipo 2 en un 58.(MS)