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Entender que el autismo no es una enfermedad es fundamental para ser respetuosos y derribar mitos acerca de la palabra que causa sobresalto en las personas por desconocimiento.

Incluso, como padres no estamos preparados para que nos hablen de autismo. En el fondo y en general nos aterra que nos digan que nuestros hijos no son "normales". Pero ¿qué es lo normal? ¿Acaso no es común que haya suficientes diferencias entre todas las personas que parecen iguales entre sí?

Hoy aprenderemos 3 cosas que ayudarán a bajar el estrés a esos padres que se enfrentan a un diagnóstico conocido como Trastorno del Espectro Autista (TEA).

¿Por qué el autismo no es una enfermedad?

Una enfermedad es una "alteración más o menos grave de la salud", según la Real Academia Española. El diccionario Oxford agrega que afecta el "funcionamiento normal de un organismo o de alguna de sus partes debida a una causa interna o externa". También enfatiza en que "es difícil de combatir o eliminar".

El autismo no se adquiere, no se contagia, y tampoco se cura, debido a que es un trastorno permanente. Así que por definición el autismo no es una enfermedad sino una condición.

Lo que eso significa es que se puede nacer con TEA, se manifiesta a través de algunas señales y finalmente, se trabaja en mejorar sus síntomas para lograr una integración de los niños a la sociedad.

¿Cómo se diagnostica el autismo?

Las primeras señales aparecen alrededor de los 2 a 3 años de edad, pero no es algo predeterminado. El diagnóstico puede tardar mucho tiempo en vista de que hay que mirar en el comportamiento y desarrollo del niño más que en pruebas médicas, como un análisis de sangre.

Los padres comienzan a notar algunos rasgos particulares dentro de una amplia lista, según los Institutos Nacionales de la Salud:

  • dificultad para el habla,
  • uso de lenguaje avanzado en determinadas áreas de interés o el extremo con un lenguaje muy pobre,
  • repetición de términos aparentemente sin sentido,
  • repetición continua de palabras que escuchó recientemente (ecolalia),
  • habla con tono de voz elevado o voz robótica,
  • habilidades excepcionales en artes, música, memorización, matemáticas,
  • falta de atención específica, por ejemplo, cuando se les llama por su nombre,
  • poca habilidad para la comunicación no verbal lo que les dificulta algo básico como señalar un objeto,
  • carencia de contacto visual que los hace parecer maleducados, desinteresados o distraídos,
  • dificultad para expresar sus emociones, pensamientos y necesidades que conllevan a frustración,
  • problemas para relacionarse con otras personas,
  • dificultad para adaptarse cuando hay un cambio en la rutina,
  • reacciones poco habituales al olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas,
  • repetición de acciones una y otra vez.

Existe el mito de que los autistas leves con Síndrome de Asperger son más inteligentes que el promedio. A otros, se les dice que sufren de un retraso mental. Así que la inteligencia y las habilidades del habla son dos de las cualidades que se someten a test para determinar la condición de autismo.

¿Cuál es la forma de tratar el autismo?

Al no ser una enfermedad no responde a medicamentos o fármacos. Las terapias y la estimulación adecuadas son los tratamiento idóneos para mejorar las manifestaciones del TEA.

Se incluyen terapias para ayudar al niño a hablar, a caminar e interactuar con los demás. Los especialistas utilizan técnicas para entrenar el comportamiento y el aprendizaje. El objetivo es reducir los síntomas que interfieren en el funcionamiento diario y la calidad de vida.

Las acciones son totalmente personalizadas, debido a que los trastornos puede presentarse de forma diferentes.

Una alternativa disponible es optar por recibir servicios de tratamiento de intervención temprana. La Ley para la Educación para Personas con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés) establece que los niños menores de 3 años (36 meses) de edad que estén en riesgo de tener retrasos del desarrollo podrían reunir los requisitos para recibir servicios desde la evaluación.

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¿Sabía que el 2 de abril es el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo?

Esta fecha la instaló la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2007 en vista del aumento de niños diagnosticados con TEA en el mundo entero.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, estiman que aproximadamente 1 de cada 44 niños ha sido identificado con un trastorno del espectro autista, según estimaciones de la Red de Monitoreo de Autismo y Discapacidades del Desarrollo (ADDM, por sus siglas en inglés).

No es un mejor día que otro para comenzar a derribar mitos y encontrar las oportunidades en el mar de condiciones, pero es un comienzo.

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Lic. en Comunicación Social. MBA en Mercadeo. CEO de Link BTL. Disfruto de leer y escribir. Soy madre y esposa agradecida con la vida. jgimenez@lanoticia.com