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La Patrulla Fronteriza salió a cazar latinos en Charlotte
Charlotte vivió un operativo de la Patrulla Fronteriza marcado por detenciones sin orden judicial, uso excesivo de fuerza y perfil racial. Foto: La Noticia

José es hermano de un reconocido empresario, dueño de múltiples negocios en Charlotte. Llegó de visita desde Florida y decidió hacer unas compras en Home Depot el domingo 16 de noviembre. Nunca imaginó que sería detenido por agentes de la Patrulla Fronteriza, pese a que es residente legal y presentó su licencia de conducir a los oficiales. Antes de que lo esposaran, logró llamar a su cuñada, quien es abogada. Ella llegó al lugar y tras discutir con los agentes, logró que lo soltaran. ¿Por qué detuvieron a Juan? ¿Tenía una orden de arresto o un caso migratorio pendiente? No. Lo detuvieron porque es latino.

Juan (a quien cambiamos el nombre por seguridad) se salvó de ser llevado a un centro de detección gracias a la intervención de una abogada en el lugar. Muchos otros no contaron con tanta suerte. Más de 200 personas fueron arrestadas en Charlotte durante los tres primeros días del operativo migratorio más grande y agresivo de la historia de Carolina del Norte.

Patrulla Fronteriza en Charlotte no trajo alivio sino temor

La mañana del sábado 15 de noviembre, los uniformados, fuertemente armados y con los rostros cubiertos, comenzaron la cacería por las calles de Charlotte. Aseguraban que irían tras criminales peligrosos, pero la realidad mostró un panorama diferente. Latinos eran detenidos y cuestionados sin mostrar ninguna orden judicial ni explicar por qué eran arrestados. Ingresaron a negocios y espacios privados sin la debida autorización. Y ávidos de números, comenzaron a cuestionar la legalidad de personas con facciones latinas, dejando a su paso una estela de temor y desprecio por los derechos constitucionales de las personas.

Los agentes, entrenados para lidiar con narcotraficantes en el desierto, marcharon por las calles de Charlotte en sus vehículos sin marca para aplicar toda su experticia táctica contra un vendedor de flores en Central Ave. Sometieron contra el suelo a un adolescente fuera de un supermercado, persiguieron a jardineros que instalaban luces navideñas. Se detuvo a residentes legales y a ciudadanos por ser latinos. Se rompieron ventanas de vehículos, se apuntó con armas de alto calibre a personas desarmadas. Todo quedó capturado en video. El sueño autoritario de ciertos líderes republicanos se replica en la campana de la memoria de los capítulos más obscuros de las dictaduras latinoamericanas de las que huyeron muchos de los inmigrantes arrestados.

Charlotte fue invadido sin ningún motivo

¿Por qué la administración Trump dispuso que cerca de 200 agentes de la Patrulla Fronteriza se desplegaran en Charlotte? Los predicadores del totalitarismo salieron a los medios a practicar la más ridícula gimnasia mental tratando de defender lo indefendible. Lo único que podían hacer ante la falta de argumentos jurídicos era demonizar a los inmigrantes, metiendo en el mismo saco a todos como criminales peligrosos.

Los mismos agentes que marchan por las calles de Charlotte y Raleigh estuvieron en Chicago. Allí arrestaron a más de 600 inmigrantes indocumentados. El 97 % de los detenidos no tenían antecedentes penales al momento de su arresto, según datos del propio Departamento de Justicia.

En Charlotte, tras una semana de operaciones, se arrestó a cerca de 400 personas, solo se reveló el nombre y los cargos criminales de 20. Pero el temor se quedó enquistado en la comunidad. Familias encerradas en sus hogares, niños sin ir a la escuela, negocios sin trabajadores, iglesias vacías. Este panorama desolador es lo opuesto a una comunidad segura.

No es seguridad, no es para proteger a los americanos, esto es usar a comunidades vulnerables, vidas humanas, como fichas en medio de un cruel juego político. El propio presidente Trump admitió que estos operativos son una forma de castigar a estados y ciudades gobernados por demócratas. El terror como herramienta de presión política. ¿Es esto ético? ¿Qué responderán a su favor los líderes espirituales, empresariales y comunitarios que votaron a favor de esto?

Los inmigrantes de Charlotte y de otros lugares del estado han sufrido el peor ataque de su historia reciente. Tomará tiempo levantar nuevamente a esta comunidad. Pese a todo este panorama sombrío, este momento de dolor también arroja un rayo de luz gracias a las personas que se han levantado valientemente en contra de este atropello. No estamos solos. Cuando los agentes regresen a la frontera, nos corresponde a todos sacudirnos de las cenizas de esta pesadilla y volver a construir una ciudad de brazos abiertos que aún valora la diversidad.

Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com