La crisis en la frontera sur se agudiza, y puede llegar a niveles sin precedentes. El influjo de inmigrantes centroamericanos va en aumento al tiempo que la pandemia sigue azotando el continente. ¿Hay algo que pueda hacer Estados Unidos?
La situación actual es preocupante. La Patrulla Fronteriza Informó más de 1.7 millones de encuentros con inmigrantes a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en el año fiscal 2021, más del cuádruple que el año fiscal anterior. Es el total anual más alto jamás registrado, según un análisis del Pew.
Esto está por cobrar un giro preocupante cuando en los próximos días la Casa Blanca reactive, por orden judicial, el programa “Quédate en México”, el cual fue creado por Donald Trump e impone varias restricciones a los inmigrantes, incluyendo solicitantes de asilo, que deben aguardar su proceso al sur del río Bravo, aún si el solicitante no es de origen mexicano.
Activistas temen una crisis humanitaria de grandes proporciones, pues este influjo de inmigrantes lejos de detenerse puede crecer, según una nueva encuesta del Migration Policy Institute.
Más centroamericanos quieren migrar
La entidad consultó a 5,000 familias de 12 Departamentos en El Salvador, Guatemala y Honduras. Encontró que el deseo de los centroamericanos de migrar a otros países está en aumento.
En el 2021, cerca de la mitad de los encuestados (43 %) expresaron el deseo de migrar de forma permanente a otro país en el plazo de un año, en comparación con 8 % que dijo lo mismo en el 2019.
De todas maneras, cabe destacar que menos de uno de cada diez hogares (6 %) reportó estar haciendo planes para hacerlo, y un porcentaje incluso menor (3 %) afirmó está activamente haciendo preparativos para migrar.
¿Qué provoca este deseo de migrar?
Las personas que experimentaban inseguridad alimentaria tenían una tendencia mayor (23 %) a efectuar preparativos concretos para migrar, según la encuesta del Migration Policy Institute publicada en noviembre.
Además de la violencia, la inseguridad, o los desastres naturales, los principales motivos del deseo de los encuestados de emigrar eran factores económicos, como salarios bajos, desempleo e ingresos insuficientes.
Estados Unidos, China y Latinoamérica
Ante la ausencia del liderazgo e inversión de Estados Unidos en Latinoamérica y el Caribe, desde hace menos de dos décadas, China ha expandido progresivamente su influencia en la región desde varios frentes económicos; entre ellos: inversiones en infraestructura, tecnología y desarrollo turístico; además de numerosas acciones en torno al COVID-19, como facilitar acceso a sus vacunas: CanSino, Sinopharm y Sinovac.
China se ha convertido a en uno de los principales socios comerciales y de exportación de Latinoamérica y el Caribe. En el 2019, las empresas chinas invirtieron en la región $12,800 millones, un 16.5 % más que en el 2018.
La administración Trump resquebrajó profundamente la relación de Estados Unidos con el resto del continente. Ahora Biden tiene una oportunidad.
Es hora de que Estados Unidos vuelva a invertir en Latinoamérica y el Caribe. Es fundamental recuperar el liderazgo estratégico en la región. Además esto le conviene al continente desde todo punto de vista.
Si China logra sacar provecho comercial de esta relación ¿por qué no habría de hacerlo Estados Unidos?
La mejor manera de frenar el flujo migratorio es detenerlo antes de que ocurra. Un desarrollo económico sostenible con programas de inversión, intercambio comercial, manufactura, y creación de empleo pueden disipar las condiciones que fomentan la migración.
Encuentre este artículo en inglés aquí.