La farmacéutica Pfizer y su socio BioNTech iniciaron el 18 de febrero las pruebas de vacunas contra el COVID-19 en personas embarazadas.
El estudio se realiza en nueve países y se espera que 4,000 embarazadas de 18 años o más participen en él.
Las embarazadas deben tener entre 24 y 34 semanas de gestación. Como parte del estudio, algunas de ellas recibirán dosis de la vacuna y otras, placebos.
Entre las participantes habrá mujeres de Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Mozambique, Sudáfrica, España y Gran Bretaña.
Las voluntarias serán monitoreadas por un período de tiempo comprendido entre siete y 10 meses, según hayan recibido la vacuna o el placebo, con el fin de determinar la eficacia de la vacuna.
Las embarazadas tienen un mayor riesgo de padecer complicaciones y de tener síntomas graves por el COVID-19
, dijo en un comunicado el doctor William Gruber, director de investigación y desarrollo clínico de vacunas de Pfizer.
Una vez que nazcan los bebés, a las mujeres que recibieron el placebo se les administrará la vacuna real.
Asimismo, la investigación profundizará en las consecuencias que la vacuna tenga para los recién nacidos durante un periodo de seis meses.
La Noticia produjo esta nota con información de The Associated Press (AP).