Mientras se avanza en la búsqueda de la vacuna contra el COVID-19 los expertos alertan la posibilidad de que no sea eficaz en personas con obesidad.
Las personas obesas tienen un alto riesgo de enfermarse y morir de COVID-19. Y de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) más de 1 de cada 3 estadounidenses tiene obesidad. Específicamente el 42,4% de la población estadounidense está clasificada como obesa. Esto hace que sean uno de los grupos principales que requieren el antídoto contra el coronavirus.
Sin embargo, los investigadores están preocupados de que la respuesta a la inmunización no funcione en personas con masa corporal elevada.
La base científica radica en que otras vacunas como la de la influenza, la hepatitis B, el tétanos y la rabia tiene un efecto más bajo en personas de este grupo.
El doctor Matthew B. Laurens, investigador de la Universidad de Maryland para ensayos de vacunas de Moderna Therapeutics, reconoció la preocupación. “Sabemos por otras vacunas que han sido probadas en poblaciones de personas con obesidad que estos individuos no responden tan bien a estas vacunas”.
Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte obtuvo resultados que podrían confirmar estos hechos. Los adultos obesos tienen el doble de probabilidades de desarrollar influenza o una enfermedad similar, como el coronavirus, a pesar de haber sido vacunados.
¿Cómo asegurar que la vacuna COVID-19 será eficaz en personas con obesidad?
Ante las dudas los especialistas médicos sugieren que deben incluirse a las personas obesas en los ensayos clínicos de fase 3, que son el paso previo a la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Usualmente este grupo se excluye de los ensayos de vacunas, pero en este caso se requiere que haya una solución efectiva para ellos, por ser tan vulnerables al COVID-19.
Entre las ideas se ha asomado la posibilidad de probar agujas más largas para vacunar a las personas obesas. Esto, debido a que es posible que por la grasa sea imposible para una aguja normal alcanzar el músculo que se debe alcanzar.
Los análisis podrían incorporar verificar si en estos casos también podrían necesitar una dosis diferente a la del rostro de las personas.