El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió el 11 de octubre una orden ejecutiva que prohíbe la solicitud obligatoria de la vacunación contra el COVID-19.
"Ninguna entidad en Texas puede obligar a ninguna persona a recibir una vacuna contra el COVID-19, incluyendo a un empleado o consumidor que se opone a tal vacunación por cualquier motivo de conciencia personal, basado en una religión, creencia, o por razones médicas, incluida la recuperación previa de COVID-19",
reseña la orden ejecutiva.
Con la orden, las empresas privadas no podrán pedir la vacunación obligatoria a sus empleados. Sin embargo, la orden enfrenta una posible impugnación en tribunales que se consignaría en cuestión de horas o días.
En la orden, el republicano dijo que "se alienta firmemente a que las personas elegibles se vacunen, pero siempre debe ser algo voluntario para los texanos".
Abbott había prohibido que las agencias gubernamentales estatales y locales exigieran la vacunación obligatoria, pero había dejado a las empresas tomar sus propias decisiones.
Sin embargo, ese panorama se revierte con la presente orden ejecutiva.
Para más información, suscríbete a nuestro Newsletter. La Noticia produjo esta nota con información de The Associated Press (AP).