Puede parecer un poco contradictorio lo que puso en marcha la ciudad de Nueva York para evitar las sobredosis. Y es que no se trata de mayor educación ni de evitar las drogas, sino de aporta un lugar seguro para hacerlo.
Así es, la ciudad inauguró su primer centro donde la gente puede inyectarse droga de manera segura. Los "centros de prevención de sobredosis" son sitios de inyección supervisada que ya operan en otras ciudades estadounidenses, así como Canadá, Australia y países de Europa.
Esto no es una novedad en Nueva York, ya que existen algunas instalaciones no oficiales que ofrecen espacios monitoreados de consumo.
El año pasado, más de 2,060 personas murieron de sobredosis en la ciudad más poblada del país. Esto es, la mayor cantidad desde que se comenzó el registro en 2000. A nivel nacional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos estimaron que hubo más de 93,300 muertes por sobredosis en 2020, casi 30 % por arriba que el año previo.
¿De qué manera operan los centros de prevención de sobredosis?
Los centros cuentan con monitores para detectar señales de sobredosis y pueden administrar un antídoto en caso de ser necesario.
El comisionado de salud municipal, doctor Dave Chokshi, dijo que las instalaciones también podían ofrecer a personas información para tratamientos de rehabilitación y otros servicios y "recibir a personas de la calle, lo que mejora la vida de todos los involucrados".
Los partidarios dicen que las instalaciones salvan vidas al reconocer la realidad del consumo de drogas y ofrecer un espacio donde monitorean señales de sobredosis.
"Estoy orgulloso de mostrar a las ciudades de este país que, tras décadas de fallas, es posible una estrategia más inteligente", declaró el alcalde Bill de Blasio en un comunicado.
Sin embargo, los opositores consideran los sitios como un fracaso moral que básicamente autoriza el consumo de drogas. Las leyes federales prohíben operar un lugar para consumo de narcóticos.
Desarrollado por La Noticia con información de AP.