La Universidad de Duke está en el ojo del huracán por dar voz a una postura racista.
Un grupo de exalumnos exigió que la escuela se retractara de lo que ellos llaman una carta "descaradamente racista y dañina”.
La misiva fue publicada en la edición de diciembre de una revista Duke, según relató The Observer.
Las palabras de la carta racista
En la carta, que se difundió en las redes sociales, el exalumno Charles Philip Clutts expresa que el racismo no es “totalmente responsable de la difícil situación de las víctimas de las minorías”.
“Los grupos de color están mejor cuando sus hombres se casan con las mujeres con las que tienen bebés y se quedan para criarlos”, abundó.
“Cuando evitan las drogas, no se meten en problemas y prefieren un cheque de pago a una limosna”, insistió.
“Y cuando se dan cuenta de que 'actuar como blancos' estudiando, no es algo malo”, escribió.
Clutts, quien dijo ser graduado de la generación 1961 cuando Duke era una institución "completamente blanca", criticó las protestas por la justicia racial del pasado verano.
Dijo que los "constantes recordatorios del racismo sistémico de nuestra nación se están volviendo aburridos".
Protestas contra la publicación
Sabrina Davis, una mujer negra de 26 años y graduada en 2020 de la Escuela de Políticas Públicas de Sanford en Duke, lamentó la publicación.
"No podemos permitir el caos”, dijo.
“Nunca deberían haberse publicado”, insistió.
La exalumna dijo estar asombrada de que la universidad haya enviado esto a su apartamento en Boston, y a todos los demás graduados.
“Estoy completamente disgustada y decepcionada de que la revista Duke Alumni Magazine haya publicado estas cartas racistas y violentas”, dijo la exalumna.
La exalumna Adair Hill Morrison recibió la revista, pero vio la carta por primera vez cuando un compañero se la envió.
“Entiendo que la revista quiere representar diferentes puntos de vista en su sección de cartas”, señaló.
“Sin embargo, la carta en cuestión era descaradamente racista y dañina no solo para los exalumnos de minorías que fueron sometidos a ella, sino también para el diálogo civil”, dijo Hill Morrison.
"Por lo tanto, su publicación no sirvió para nada y fue contraproducente".
La universidad posteriormente publicó una disculpa a través de un editorial, solo después de la tormenta de críticas recibida.