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Charlotte - La esposa de un trabajador mexicano quien murió por los disparos de dos policías, asegura que su esposo llamó al 911 para “entregar una pistola” que tenía en su poder, pero cuando seguía instrucciones de la operadora para ver a los policía que estaban fuera de su casa, le dispararon. Por su parte las autoridades aseguran que le indicaron varias veces al latino que soltara el arma, sin que el hombre lo hiciera.

Rubén Galindo Chávez, de 29 años, murió a las 9:10 p.m. del miércoles 6 de septiembre en el complejo de apartamentos Hunters Pointe, en 1900 Prospect Drive, al noreste de Charlotte.

Rubén, era originario de Morelos, a donde sería enviado su cuerpo. Sus honras fúnebres tuvieron lugar el martes 12 de septiembre.

El estaba aún hablando con la operadora, que le decía que saliera de la casa que la policía ya estaba afuera esperándolo. Salió la primera vez y no había nadie, luego lo llamaron de nuevo y le dijo que ya saliera, pero no alcanzó a abrir la puerta cuando le dispararon. No le dieron tiempo de nada, vinieron a matarlo”, dijo a La Noticia, Azucena Zamorano, esposa de Galindo Chávez.

La mujer recuerda con lágrimas en sus ojos que cuatro de sus hijos vieron todo y que la policía entró a la vivienda apuntando sus armas.

Policía pidió que arrojara el arma

El Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg (CMPD) dijo que los oficiales Courtney Suggs y David Guerra, de la División North Tryon, acudieron al lugar por una llamada de un hombre que dijo estar armado.

Cuando llegaron los oficiales vieron al hombre armado afuera del apartamento. Los oficiales le ordenaron varias veces tirar el arma, y los oficiales percibieron una inminente amenaza, y subsecuentemente dispararon sus armas y le dieron al hombre. Los oficiales llamaron inmediatamente a los paramédicos”, indicaron las autoridades.

Zamorano contó que su esposo quedó tirado en el piso, pero que después los oficiales lo arrastraron varios pasos más allá.

Yo no entiendo porque tenían que moverlo y nunca llamaron la ambulancia, lo tuvieron allí tirado hasta la madrugada, mientras nosotros esperábamos dentro de una camioneta”, señaló la mujer.

En el marco de metal de la puerta de entrada a la casa que da a un pequeño patio, se observan los impactos de varias balas, y a dos pasos en el pasto se veía la mancha de sangre del cuerpo del mexicano.

Había bebido

Mi esposo se estaba tomando unas cervezas, cuando de repente llamó al 911 para entregar el arma que tenía, recuerdo que él le dijo varias veces en español que no tenía balas, que por favor le creyera”, indicó la mujer.

Azucena aún recuerda el caótico momento, y pide que se haga justicia.

El latino fue acusado en abril de asalto con arma de fuego, tras una disputa con un vecino del conjunto en donde antes vivía la familia.

Según el CMPD, los dos oficiales involucrados en el caso se encuentran en suspensión administrativa mientras se hace la investigación, y como llevaban cámaras corporales se solicitará una orden judicial para publicar los videos.

Yo no quiero que esto se quede así, lo mataron sin motivo y espero que se haga justicia”, señaló Zamorano.