Annabelle Guadalupe Rodríguez y Xavier James López eran mejores amigos y noviecitos en la Escuela Primaria Robb de Uvalde, ambos murieron en el tiroteo y sus padres ahora decidieron enterrarlos juntos.
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Los dos cursaban el cuarto grado, con 10 años de edad, cuando la tragedia los alcanzó el pasado 24 de mayo.
Ese día, Salvador Ramos, de 18 años, ingresó armado a la escuela y le quitó la vida a dos maestros y 19 niños, incluidos Annabelle y Xavier.
Su historia era de años atrás, cuando Annabelle llegó a su casa y le contó a su familia que había conocido un niño.
Ella les dijo que Xavier era un niño que se vestía y olía muy bien y rápidamente se hicieron amigos.
Los dos se pasaban notitas en clase, quedaban en fiestas y barbacoas con sus familias y hasta tenían fotos de cada uno.
De acuerdo a lo que dicen sus padres, ellos se volvieron noviecitos y se mandaban mensajes de cariño antes de dormir, hasta que murieron juntos en el tiroteo de Uvalde.
Por su parte, Mónica Gallegos, madre de Annabelle, contó a ABC que a ella y a la madre de Xavier, Felicha Martínez, les parecía muy divertida y tierna la relación.
'Ella estaba muy enamorada de él. Felicha y yo nos reíamos, como diciendo ¿Qué saben ustedes sobre el amor?'
Contó Mónica Gallegos, madre de Annabelle, a la ABC
El tiroteo de Uvalde en el que murieron los 'noviecitos' Annabell y Xavier
Incluso, Annabelle a veces llevaba puesto al escuela un collar con la foto de Xavier.
Los dos se habían tomado una foto juntos en una ceremonia de entrega de premios en la cafetería de la escuela el día del tiroteo.
En esa foto quedaba constancia de que ambos estaban en el cuadro de honor del salón, era la primera vez para Xavier.
Una hora después de esa foto, Salvador Ramos les quitó la vida junto 17 niños más y dos maestros.
Han pasado dos semanas desde la tragedia y las dos familias sufren todos los días por la terrible pérdida.
Sin embargo, ese amor que se tenían ha llevado a su familiares a enterrarlos uno junto al otro en el Cementerio Hillcrest de Uvalde.
Gallegos dijo que a pesar del dolor, recordarlos juntos y cómo se querían sigue provocando sonrisas en las dos familias.