Estados Unidos continúa redoblando esfuerzos para vacunar a su población, si bien ya está vacunada la mitad de la gente mayor a 12 años, se necesita un poco más tiempo y campañas para lograr el objetivo principal.
Pero como en toda estrategia siempre hay fallas, si bien Estados Unidos ha sido el principal comprador de vacunas a las farmaceúticas en el mundo, estas no han ofrecido productos de calidad.
FDA no permitirá uso de 60 millones de vacunas de J&J en EE.UU. por contaminación
Como un caso de Johnson & Johnson, ya que Reguladores de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos dijeron a la empresa que no podrán usar alrededor de 60 millones de dosis de su vacuna contra la Covid-19 producidas en una fábrica ubicada en Baltimore, Maryland, por problemas con una posible contaminación.
Personas familiarizadas con la situación dijeron al New York Times que la FDA planea permitir que se distribuyan unas 10 millones de dosis en Estados Unidos o se envíen a otros países, debido a que no se siguieron las medidas adecuadas de fabricación.
Las vacunas que enviaría EE.UU. no garantiza el buen manejo de la fábrica
Según el gobierno de Estados Unidos, se enviarían pero bajo la advertencia de que “no pueden garantizar que Emergent BioSolutions, la compañía que opera la planta, siguió las buenas prácticas de fabricación.
La FDA aún no ha decidido si Emergent BioSolutions puede reabrir su fábrica, que ha estado cerrada por los últimos dos meses debido a que no cumple con ciertas regulaciones.
Las dosis de vacunas de Johnson & Johnson contra la Covid-19 que han sido administradas en Estados Unidos hasta ahora fueron fabricadas en la planta de la firma en Países Bajos, no por Emergent, con lo que se garantiza su buena calidad.
Empleados, culpables del mal manejo de millones de vacunas
Por otra parte, la FDA está en un problema ya que no sabe qué hacer con unas 170 millones de dosis de vacunas que se suspendieron, luego de que se descubriera que empleados de Emergent contaminaron un lote de vacunas de Johnson & Johnson con un ingrediente utilizado para producir vacunas de AstraZeneca en Baltimore.
Esa contaminación llevó a la FDA a cerrar la fábrica a mediados de abril y enviar un equipo de inspectores que descubrieron a algunos empleados manejar de forma incorrecta las vacunas.