Los animales pueden ser más que simples amiguitos divertidos para los niños. Varios estudios demuestran que tener una mascota puede beneficiar a los niños de todas las edades. Las mascotas pueden ayudar a los niños a crecer tanto en lo social como en lo emocional, a la vez que contribuyen a su desarrollo intelectual y físico.
En bebés
Los niños que comienzan a caminar empiezan a establecer vínculos emocionales con sus mascotas, y volverse “amigos”.
Preescolares
A medida que crecen los niños, aprenden más de sus mascotas. Posiblemente se profundice la relación entre el niño y el animal. Los niños aprenden a cuidar a sus mascotas. Cuidar a una mascota puede fomentar sentimientos de empatía.
Igualmente, los niños en edad preescolar observan cómo los animales reaccionan cuando reciben un trato compasivo.
¿Qué hacer?
Ayudar a cuidar a las mascotas da a los niños mayores sentimientos de responsabilidad. Por ejemplo, su hijo puede dar al perrito de la casa una cucharada de comida seca por las mañanas o alimentar a los peces todos los días en su aula en la escuela.
Las mascotas pueden aumentar el autoestima, dando a los niños una experiencia de amor incondicional. No importa lo que suceda en la escuela o con sus amigos, las mascotas siempre tratan a los niños de la misma manera.
Los padres deberían servir de modelos de conducta en lo relacionado con el cuidado adecuado de las mascotas. Si usted trata bien a su mascota, sus hijos le seguirán el ejemplo.
Enseñe a sus hijos cómo tratar correctamente a los animales. Por ejemplo, a los animales pequeños se les debe tratar con cuidado. Por lo general a los gatos y a los perros no les gusta que se les hale las orejas. A veces a los niños pequeños les cuesta ser cuidadosos. Oriente a su niño pequeño sobre cómo tratar y tocar a los animales con delicadeza.
Las mascotas pueden aumentar el autoestima, dando a los niños una experiencia de amor incondicional.