La Cuaresma es el tiempo de practicar oraciones que acompañen los sacrificios que aceptamos. Durante la Cuaresma el ayuno y la abstinencia forman parte de los 40 días antes de la Pascua, acompañados de oraciones que le dan sentido esas acciones de privación.
Podría interesarte: Cuaresma: ¿Qué significado tiene y cómo practicarla?
Oraciones para acompañar la Cuaresma
- Oremos para que durante esta Cuaresma nos acerquemos más a Dios, a nuestra familia y a nuestros amigos. Oh Dios, tú nos invitas a seguir a Jesús. Mientras, recordamos cómo le llevó el Espíritu al desierto. Que él abra nuestros ojos para ver las injusticias que hay en nuestro mundo. Ayúdanos a orar en soledad, a sentir que tú nos amas y quieres que seamos felices. Ayúdanos también a vencer nuestras tentaciones. Que aprendamos de Jesús a creer en la Buena Noticia. Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor. Amén.
- Mientras caigo de rodillas, en oración, ayuno, sacrificio y penitencia, alcánzame y levántame suavemente para renovarme. Afírmame como nada de este mundo puede afirmarme. Amén.
- Padre nuestro que estás en el Cielo, durante esta época de arrepentimiento, ten misericordia de nosotros. Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras, transforma nuestro egoísmo en generosidad. Abre nuestros corazones a tu Palabra, sana nuestras heridas del pecado, ayúdanos a hacer el bien en este mundo. Amén.
- Jesús, ilumíname con la luz que nace de ti, ilumina a mi alrededor para que sepa que no hay ningún lugar oscuro al que no pueda llegar, si voy contigo. Amén.
- Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte. Pedirte la gracia de darme más cuenta de que tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la misa ese sacrificio. Y agradecerte con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací! ¿Qué quieres, Señor, de mí?. Amén.
- Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra, para que así la celebración de esta Cuaresma dé en nosotros fruto abundante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
- Buen Jesús, que te retiraste cuarenta días en el desierto para preparar tu misión entre nosotros, permíteme que tu ejemplo sea un espejo donde verme reflejado durante esta cuaresma. Yo también sé que debo prepararme para cada momento de mi vida, sé que junto a Ti puedo tomar la fuerza que necesito para vivir como quiere el Padre. Amén.
- Señor, espero con ilusión la Cuaresma porque tiene que ver con mi vida. Sé que me hará bien porque es la lucha entre el instinto y el bien, la carne y el Espíritu. Por eso te pido que por tu bondad, este tiempo sea para mi vida un tiempo de gracia, paz y felicidad. Amén.
- Señor, mira con amor a tu pueblo, que trata de purificar su espíritu en estos días cuaresmales con la moderación en el uso de las cosas terrenas y haz que esta sobriedad alimente en él el deseo de poseerte. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
- Madre de la Misericordia, tu corazón bondadoso rebosa de clemencia, por ello te imploro que me obtengas el perdón por los muchos males que he hecho, y también, ¡oh Madre! enséñame a perdonar como que ante tantos males que te hicieron, hasta arrebatar de lado a tu divino Hijo, siempre respondiste con el más magnánimo perdón. Amén.
- Señor, haz que tu pueblo vaya penetrando debidamente el sentido de la Cuaresma y se prepare así a las fiestas pascuales, para que la penitencia corporal, propia de este tiempo, sirva para la renovación espiritual de todos tus fieles. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, quien contigo y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
- Oh Dios de la Alianza de amor: tú nos invitas a seguir a tu Hijo. Mientras recordamos cómo fue conducido por el Espíritu al desierto, que él abra nuestros ojos para ver las injusticias que hemos creado en nuestro mundo. Ayúdanos a orar en soledad, a sentir nuestra sed de amor y de felicidad y a vencer nuestras tentaciones. Que aprendamos de Jesús a creer en la Buena Noticia de Salvación y a dar forma y a desarrollar tu reino de verdad, justicia y amor desinteresado. Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor.