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Un proceso jurídico de bancarrota no cubre todas las deudas y podría acarrear consecuencias negativas. Por eso, algunos prefieren pensar en una alternativa antes de declararse en bancarrota.

Muchos avisos en periódicos y televisión prometen librar a los deudores del "acoso crediticio" y dicen que es posible salir de las deudas sin obtener préstamos.

Sin embargo, algunos de estos anuncios realmente no explican que están ofreciendo a los deudores irse a bancarrota. Según el Departamento de Justicia, estas son las deudas que no perdona una bancarrota:

  • La mayoría de los impuestos.
  • Manutención de niños.
  • Pensión alimenticia.
  • La mayoría de los préstamos para estudiar.
  • Multas judiciales.
  • Restricciones penales.
  • Lesiones personales causadas de conducir en estado de ebriedad.
  • Lesiones personales generadas por estar bajo influencia de drogas.
  • Bienes y dinero recibido por fraude.

Para empezar un proceso de bancarrota se sugiere contar con asesoría legal profesional y evaluar si es posible tomar otro camino.

Las bancarrotas afectan el puntaje crediticio, obstaculizan la adquisición de nuevos créditos en el futuro y tiene otras implicaciones legales.

Si el deudor miente en su proceso jurídico u oculta bienes puede estar en riesgo de que un juez niegue la bancarrota.

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Licenciado en Comunicación Social y Magíster Scientiae en Literatura Latinoamericana. jcordero@lanoticia.com