Los hermanos Marroquin comenzaron las festividades en honor de la Virgen de Guadalupe, transformando su taller automotriz: 3 amigos, en una capilla, para dar paso al rezo del Santo Rosario y compartir de deliciosos manjares.
Desde hace más de 10 años se realiza esta tradición en homenajean a la Virgen de Guadalupe en este lugar, y en esta ocasión alrededor de 300 personas participaron de esta devoción y se deleitaron con el tradicional atole con tamales.
Fotos: José Félix Sánchez