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Ricardo Aguirre perdió a su padre de 67 años. (Foto: Familia Aguirre)

La pandemia de coronavirus ha dejado tristes casos alrededor del mundo. Cientos de personas han perdido la vida durante las crisis sanitaria. Una de muchas historias es la de la familia Aguirre, que vivía el sueño americano hasta que el COVID-19 les cambió la vida drásticamente.

A lo largo de 10 años, los Aguirre hicieron crecer un negocio en Arizona. Pasaron de vender tamales en su camioneta a tener un famoso food truck y una pequeña empresa de catering “Tamales y Tacos Puebla”, que ya contaba con la preferencia de varios clientes corporativos.

La pesadilla comenzó cuando de un día a otro, el negocio se vino abajo debido a las medidas sanitarias que promovían el aislamiento. Al igual que el resto de las personas, la familia tomó sus precauciones.

Pese a las medidas de seguridad, los familiares de Ricardo Aguirre comenzaron a enfermar uno tras otro, Siete meses después del cierre del negocio, siete miembros de la familia y su padre, Jesús, de 67 años, perdieron la vida a causa de complicaciones con el coronavirus.

"No quiero llorar, porque sé que Dios tiene algo mejor para mí. Me siento tan incompetente", dijo Aguirre a CCN.

Previo al cierre, el negocio de food trucks estaba creciendo y contaban con una cocina en el centro de Phoenix donde preparaban la comida para llevar a los caterings.

Tras el cierre, todos los clientes que ya habían contratado servicios, comenzaron a cancelar y a pedir el reembolso de sus depósitos.

"Mi cuenta corriente se fue a menos. Fue como, literalmente, una cuestión de segundos, cuando comencé a ver desaparecer mi sustento".

Aguirre abrió una cuenta de GoFundMe para solicitar el apoyo de la comunidad y así poder reabrir su negocio. Pero el 1 de mayo, su familia comenzó a presentar síntomas de coronavirus; Ricardo, su esposa, sus padres y dos de sus tres hijos estaban infectados.

Debido a la edad, los padres de Aguirre fueron internados e intubados. Pasaron los meses y cuando parecía que todo iba mejorando, el padre de Ricardo falleció el 11 de septiembre.

"Fue muy difícil porque hicimos todo juntos. Cuarenta y dos años a su lado".

Su madre aún tiene secuelas en los pulmones a causa de la enfermedad.

"No está al 100%, está entre un 60 y un 65% mejor, pero está aquí", afirmó Aguirre.

Ricardo y su familia no se explican cómo es que el virus se disparó en casa si siempre utilizaron mascarillas, desinfectantes y gel antibacterial.

Sin ingresos, la familia no tenía cómo pagar sus deudas y fueron embargados; perdieron los camiones y la cocina en el centro de Phoenix.
Por si fuera poco, la falta de seguro médico les trajo facturas médicas de casi un millón de dólares, de acuerdo a los documentos que mostraron a CNN.

Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM. amendoza@lanoticia.com