Aunque la alegría y la felicidad están relacionadas, no son lo mismo. La alegría es un paso circunstancial a la felicidad plena y duradera.
La alegría sincera se manifiesta con la sonrisa. Al decir sincera queremos hacer notar que hay otros tipos de alegría cuyas manifestaciones son diferentes.
La alegría es una emoción circunstancial
Estar alegre es una situación emocional efímera. Su duración es corta porque se centra en la gratitud que deja algo momentáneo. Recibir un regalo, un detalle, una buena noticia o estar frente a una experiencia gratificante. Una puesta de sol, por ejemplo, puede hacernos estar alegres, pero no necesariamente nos trae felicidad.
La alegría requiere de poco. No es necesario que se baje la luna o caigan las estrellas para llenar el alma.
Aunque es muy común decir estoy feliz
, esta expresión no significa lo que realmente sentimos. Una emoción positiva nos produce estar alegres; mientras que nuestra forma de vida nos hace ser felices.
La felicidad como sentimiento de plenitud
Y es que la felicidad va mucho más allá. Haber encontrado la felicidad permite que las personas se encuentren en armonía integral. No es necesario llevar una sonrisa en el rostro para demostrar que somos felices, pues es es un estado general de largo alcance.
Idealmente, la felicidad se da cuando sumamos metas cumplidas que en su momento nos produjeron alegría. Sin embargo, muchas personas viven rodeadas de momentos alegres que no les conducen a la felicidad.
La felicidad debería ser, en síntesis, la llamada autorealización de la que hablaba Maslow en su pirámide de las necesidades. Ese momento cuando los propósitos de la vida llegan a cristalizarse.
En resumen, son tres los aspectos que diferencian la alegría de la felicidad:
- Origen: la alegría surge por emociones del momento; la felicidad es un estado de plenitud que ha recorrido un largo camino.
- Manifestación: la alegría se refleja en la sonrisa; la felicidad no tiene una expresión particular para hacerla notar.
- Duración: la alegría tiene una duración específica; la felicidad puede ser hasta permanente.