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Venezuela se encuentra en una profunda crisis por las acciones totalitarias de su gobierno, quien declaró la reelección de Nicolás Maduro, pese a una montaña de evidencia que señala lo contrario y un proceso electoral que ha sido todo menos transparente. Esta nueva crisis que afecta al país sudamericano es una poderosa advertencia sobre lo frágil que puede ser la democracia, cuando se permite llegar al poder a una figura autoritaria.

Este año, el gobierno venezolano convocó a elecciones, no sin antes restringir agresivamente a la oposición, poner trabas a observadores internacionales, y sofocar el voto de los cerca de cinco millones de venezolanos que viven fuera del país y son elegibles para sufragar. Pese a esto, se comenzó a respirar un aire de esperanza y cambio.

Antes del 28 de julio, varios sondeos de opinión dieron a conocer un inusitado apoyo al candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia, de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD). El día de las elecciones, se presenció una participación masiva de votantes venezolanos, y cuatro sondeos independientes a boca de urna dieron como ganador a González Urrutia con al menos un 70 % de los votos. Igualmente, la oposición registró con foto y videos los resultados en múltiples recintos electorales, corroborando la derrota de Maduro.

¿Maduro ganó con un 51.2 % de los votos en Venezuela?

Sin embargo, tal como había sucedido en el pasado, la falta de transparencia imperó y el Consejo Nacional Electoral, controlado por el gobierno venezolano anunció a Nicolás Maduro como ganador de la contienda con un inverosímil 51.2 % de los votos, mientras que se dijo que González Urrutia había logrado el 44.2 %. La indignación de los venezolanos dentro y fuera de su país fue palpable.

Ante esta flagrante discrepancia, varios países, incluyendo a Estados Unidos, Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, República Dominicana, Uruguay, Panamá, entre otros, cuestionaron los resultados electorales venezolanos.

No está claro qué sucederá en Venezuela, aunque el régimen de Maduro tiene las riendas de todos los poderes estatales, además del ejército y del sistema electoral, muchas personas están saliendo a las calles. Es verdad que este régimen socialista ha sobrevivido otras jornadas masivas de protesta en las últimas dos décadas, pero también es verdad que, históricamente hablando, ningún gobierno se sostiene si el pueblo le retira su apoyo.

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Esta es una dolorosa advertencia para quienes, aquí en Estados Unidos, flirtean con la idea del autoritarismo.

“Dictador” por un día

Durante las elecciones del 2020, eran frecuentes los mensajes en redes sociales, dirigidos a la comunidad latina, asegurando que si ganaba Joe Biden, Estados Unidos se convertiría en Venezuela. Hoy, cerca del término de su mandato, evidentemente esto no sucedió. Irónicamente, en este tiempo fueron los ultraconservadores del movimiento MAGA, quienes han estado empujando la idea de un régimen autoritario, con Donald Trump a la cabeza.

La toma del Capitolio del 6 de enero del 2021, los marcados esfuerzos por hacer más difícil la participación de votantes de minorías, y un candidato que en varias ocasiones ha dicho que le gustaría ser “dictador” por un día, pintan un panorama preocupante.

En múltiples ocasiones, Trump ha expresado su descontento con el sistema democrático. Por ejemplo, el 4 de diciembre del 2022 aseguró que se debería “suspender la Constitución”, para permitirle ser nuevamente presidente pese a su derrota electoral. Más recientemente, el 27 de julio, en un discurso pronunciado en Florida, dijo a un grupo de simpatizantes que si votan por él en noviembre, “en cuatro años no tendrán que votar de nuevo. Lo habremos arreglado tan bien que no tendrán que votar”.

Debemos tomar muy en serio estas amenazas contra nuestra democracia; la mejor manera de lidiar contra un gobierno autoritario, es evitar que llegue al poder.

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Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com