Translate with AI to

Los útiles escolares este año fueron un poco diferentes para los miles de niños que regresaron a las escuelas en Carolina del Norte. Además de su horario de clases, una variedad de bolígrafos, cuadernos y libros, tuvieron que agregar mascarillas, desinfectante de manos y toallitas para desinfectar.

Con el paso de los meses algunas de las restricciones impuestas por las autoridades para controlar la pandemia del COVID-19 se han ido eliminando. Sin embargo, para Enrique y Ana Arredondo quienes viven en Asheboro, el enviar a su hijo Jacob de 9 años a la escuela no fue una opción.

“Aunque mi esposa y yo estamos vacunados hemos resuelto como familia que Jacob de nueve años se quede en casa, para evitar la posibilidad que él traiga el virus”, explicó Enrique.

Por su parte Ana agrega, “Soy sobreviviente de cáncer y también soy madre de un niño de apenas 3 años y eso me preocupa mucho”.

TAL VEZ SEA DE TU INTERÉS: Nueva esperanza para la educación: Estudios revelan que escuelas no aumentan propagación de COVID-19

Así mismo la familia de Yesenia Olivares, y sus dos hijas, Casandra de catorce y Katherine de doce años, quienes residen en Winston-Salem, están recibiendo educación virtual.

“Katherine sufre de asma y que regresara a la escuela me preocupaba como madre, y a ellas les causaba estrés y afectaba emocionalmente, pues no querían ir a la escuela, además por el ambiente escolar que han sufrido”, citó Yesenia.

Recibir educación virtual de alguna manera alivia el estrés familiar, sin embargo, esta decisión tiene ciertos desafíos.

“Algunas veces se hace difícil el concentrarme en la casa, sobre todo cuando hay ruidos, u otras distracciones”, comentó Jacob.

“Echo de menos el estar en contacto con otros, salir y hacer las cosas que antes hacía, en ocasiones me siento sola encerrada en casa”, dice Katherine.

Esta ansiedad adicional en los estudiantes se nota por todo el país. Por lo que los educadores enfatizan el hecho de que los padres desempeñan un papel fundamental al ayudar a sus hijos a afrontar la ansiedad que vendrá como resultado de esta transición escolar.

La importancia de un tiempo en familia

Enrique y Ana Arredondo concuerdan que mantener una buena comunicación con los maestros alivia el estrés de su hijo Jacob.

TAL VEZ SEA DE TU INTERÉS: Escuelas CMS requieren formulario de exención para estudiantes que no usen mascarillas

Por su parte, Ana comenta “hemos designado un espacio en casa para que Jacob puede recibir sus clases sin distracciones y siguiendo un horario tal como si estuviese en una escuela presencial”.

Para la familia Olivares, dedicarles tiempo a sus hijas es un factor importante para reducir su estrés.

“Vamos al parque, nos comemos un helado, nos conectamos con nuestros amigos para saludarlos, pasamos tiempo juntas y hablamos todos los días”, nos dijo Jenny.

Cuidado físico, emocional y espiritual

Para ambas familias, la buena comunicación, dedicar tiempo, el estar conscientes del cuidado físico, emocional y espiritual de sus hijos, ha reportado beneficios al reducir el estrés de sus hijos por este regreso a clases.

“Mis padres me dicen que cuando estoy cansado o confundido, vea los videos para niños en el sitio de los Testigos de Jehová en internet JW.org, a mí me gusta mucho la sección de la pizarra animada”, comentó Jacob.

Casandra agrega “yo utilizo JW.org cuando tengo preguntas, me gusta la sección dedicada a los jóvenes, con temas como, por ejemplo: ‘No pases un mal trago’, ‘¡Ponle freno al chisme!’, ‘Si usas las redes, no te enredes’. Les invito a que visiten esta página, estoy segura que les va a gustar”, puntualizó

Si bien es cierto que las variantes del coronavirus y el alza de nuevos casos reportados en niños han avivado las ansiedades pandémicas, estas familias recomienda a los padres no olvidar los otros posibles desafíos a los que los jóvenes se enfrentan en esta transición escolar.