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En Carolina del Norte, no habíamos vivido tan de cerca un tiroteo en masa “mass shooting”, hasta recientemente. Aunque no hayamos sido impactados directamente con un familiar o persona querida con heridas o enfrentado la muerte de uno de los nuestros, de alguna manera, este incidente nos ha impactado como comunidad.

El jueves 13 de octubre, en el vecindario Hedingham de Raleigh, un joven de 15 años disparó en contra de siete personas hasta que fue detenido. Cinco de las víctimas murieron.

Esta tragedia nos hace pensar y sentir que ningún estado o comunidad está inmune a vivir una situación de esta naturaleza. Es difícil hacer sentido de un evento que no tiene sentido. Tampoco podemos “acostumbrarnos” a que estos eventos sigan pasando sin sentir que podemos hacer algo para cambiarlo. ¿Cómo le damos sentido?

¿Cómo procesamos esta tragedia?

El primer paso es darnos el espacio para sentir nuestras emociones y ponerlas en palabras. Entre las emociones que podemos experimentar son coraje, frustración, impotencia, tristeza, angustia, miedo, entre otras.

Es importante recordar que, procesar nuestras emociones es un proceso continuo y con una diversidad de emociones. Dar espacio a reflexionar de qué manera puedo impactar mi comunidad de forma proactiva, puede ser un subsiguiente paso para transformar lo sin sentido en un acto con sentido.

Convierta la frustración en acción

Otra manera de hacer la diferencia es involucrándonos en los procesos de votación para poder transformar la frustración, miedo, coraje en una acción que promueva cambios que sean de beneficios para nuestra comunidad.

Es importante conocer las agendas políticas de las personas por las cuales vamos a votar.

Atento a señales de alerta

Por otro lado, estar vigilante de quienes componen nuestra comunidad y estar alerta a conductas que pudieran ser extrañas o sospechosas. Recuerden que protegernos mutuamente puede prevenir actos que pudieran tener un impacto negativo en la comunidad. 

Cuidar de nosotros

Otro paso importante es verificar nuestras emociones y tener prácticas de autocuidado. Esto será importante para prevenir que estas experiencias se queden acumuladas en nuestro sistema y por ende afecten nuestro estado emocional y mental.

De igual manera, es recomendable estar pendiente de nuestras personas queridas porque pueden estar afectadas y necesitando ayuda. Buscar ayuda profesional es recomendable si sienten que los niveles de ansiedad y tristeza persisten a través de un tiempo razonable.

Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D. Psicóloga Clínica e Investigadora Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Departamento de Psiquiatría