En la cultura latina es muy conocido que esperamos a estar muy enfermos/as para visitar a un médico. Esto se conoce como el uso de la medicina como un remedio porque solo vamos al médico cuando no tenemos otra opción.
Las razones para estas prácticas son diversas; desde la falta de un seguro de salud, factor económico, falta de tiempo por doble jornada de trabajo, confiar en remedios caseros, hasta pensar que es de débiles ir a un médico.
El problema con esta práctica es que puede resultar muy costosa porque cuando finalmente vamos al médico, la condición de salud está en una etapa muy crítica y de deterioro. También, la recuperación pudiera ser más lenta ya que pudiera afectar a otros sistemas del cuerpo.
¿Por qué es tan importante la prevención?
La palabra prevención significa anticipar o mejor dicho, hacer algo para evitar consecuencias o daños.
Cuando usamos la medicina preventiva, quiere decir que vamos a ir a un médico cada año a hacernos un examen de rutina. Durante este examen, usualmente el médico va a explorar las funciones básicas del cuerpo, como por ejemplo la respiración, la presión arterial, niveles de colesterol, pulso, índice de masa corporal (relación del peso con la estatura), entre otros.
Esto permite identificar de forma temprana cualquier desbalance en nuestro sistema y corregirlo antes de que se deteriore la salud. Esta práctica, usualmente es más económica porque todavía no ha ocurrido un daño mayor en nuestro sistema de salud.
También puede ahorrarnos tiempo, ya que una visita médica rutinaria puede durar 30 minutos en consultorio mientras que cuando vamos a una sala de emergencia puede durar varias horas de espera, sin contar con los referidos a médicos especializados y usualmente con medicinas y hasta hospitalizaciones que pueden ser más costosas.
Factores hereditarios y ambientales
Otros factores que son importantes en la salud de prevención, es conocer el historial médico de nuestra familia.
Hay personas que, debido al historial de salud familiar, tienen una predisposición genética a ciertas condiciones médicas y emocionales. Esto significa que, las probabilidades de desarrollar la condición son más altas que en otras personas que no tienen familiares con la condición.
Entre estas condiciones se encuentran: diabetes, problemas del corazón, problemas hormonales, algunas tipos de cáncer, Parkinson, entre otras.
Por otro lado, hay conductas o prácticas que hacemos que puede aumentar los riesgos de desarrollar alguna condición de salud. Por ejemplo, las personas fumadoras están en mayor riesgo de desarrollar cáncer del pulmón o garganta, que un no fumador.
Si una persona tiene un factor genético de riesgo (por ejemplo historial de cáncer de pulmón en su familia) y en su conducta (es un fumador), está aumentando significativamente la posibilidad de desarrollar cáncer del pulmón porque tiene dos factores de riesgo, la genética más su conducta.
Si identifica algún factor hereditario o ambiental, es esencial practicar la medicina de prevención, ya que puede ayudar a mantener la salud en un mejor estado. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.
Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D.
Psicóloga Clínica e Investigadora
Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill
Departamento de Psiquiatría
984-974-3795
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