Los cítricos tienen fabulosos beneficios para mejorar el sistema inmune. Primero que nada están repletos de vitamina C, razón por la cual es una muy buena opción consumirlos durante la época de gripe e influenza.
Las naranjas, toronjas, mandarinas, limas y limones también ofrecen muchos más beneficios a la salud, además de que son deliciosos.
Según un estudio de la Universidad de Washington los cítricos son ricos en flavonoides, vitamina C y fibra. Proporcionan protección vascular, reducen la inflamación, mejoran la digestión y ayudan a prevenir enfermedades como diabetes, cáncer y enfermedades neurológicas.
Estos son los principales beneficios de los cítricos
- Ayudan a reforzar las defensas: Los cítricos como la naranja, limón, mandarina y toronja son perfectos para aumentar las defensas, ya que son ricos en vitamina C.
- Contienen una gran cantidad de fibra: Las frutas cítricas están repletas de fibra. Por ejemplo, una naranja cuenta con 2.3 gramos de fibra soluble. Este tipo de fibra ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre y ayuda a reducir el colesterol. Gracias a su fibra, promueve una mayor saciedad.
- Son ricos en potasio: El potasio se asocia con los plátanos, pero los cítricos también son una excelente fuente de este mineral. El potasio ayuda a regular la retención de líquidos. También promueve el equilibrio de minerales en el cuerpo y ayuda a la contracción sana de los músculos.
- Ayudan a reducir los niveles de colesterol: Los cítricos ayudan a un mejor funcionamiento cardiaco. Esto es debido a su gran contenido de vitamina C y gracias a su carga de flavonoides. Estos compuestos promueven una mejor salud cardiaca pues ayudan a reducir los niveles de colesterol malo en la sangre y los triglicéridos.
- Mejoran la absorción del hierro: Añadir cítricos a otros alimentos ayuda al cuerpo a una mejor absorción de nutrientes en el cuerpo. Tal es el caso del hierro, un mineral muy importante para el sistema inmune. Este mineral promueve la producción de glóbulos rojos en el organismo. Así que añade unas gotas de limón o unos gajos de naranja a tu ensalada de espinaca.