Existen muchos mitos en torno a un ataque al corazón. Las enfermedades cardiacas son una de las principales causas de muerte en el mundo y en Estados Unidos, 1 de cada 7 muertes es por un infarto.
Según un estudio de la American Heart Association, los factores que pueden provocar un infarto son: el tabaco, el sobrepeso, el colesterol alto, hipertensión y la hipertensión arterial, colesterol elevado, diabetes, obesidad y sobrepeso, tabaquismo, la ausencia de actividad física y la herencia.
Pero es muy importante conocer los mitos acerca de los infartos para no entrar en pánico y tampoco confundirlo con otra enfermedad.
Estos son los mitos más comunes de un ataque de corazón
- El dolor de pecho es sinónimo de infarto: Aunque la presión torácica es el principal síntoma del infarto de miocardio, no es el único signo de alerta. Los infartos no presentan los mismos síntomas en todas las personas. Durante un ataque cardiaco puede sentirse dolor en otras partes del cuerpo, como el cuello, las orejas, la mandíbula y los brazos, además de la espalda o el abdomen. También se pueden presentar problemas del estómago (muy habitual en mujeres), respiración entrecortada, mareos y sudoración fría.
- Sólo sufren infartos las personas mayores: Los infartos no dependen de la edad, dependen de las fallas cardiacas, que muchas veces pueden ser hereditarias. De acuerdo con un estudio realizado por Resources of Cardiovascular and Stroke Clinicians and Scientists, la mayoría de los infartos en niños y adolescentes son provocados por herencia. Así mismo, un alto porcentaje de esos niños tienen problemas cardiovasculares debido a una mal formación congénita.
- Las enfermedades cardiovasculares solo afectan a los hombres: Este es uno de los principales mitos. De acuerdo con la (OMS) Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de mortalidad entre las mujeres en el mundo.
¿Qué puede hacer para evitar un infarto?
Según datos de la American Heart Association, estos pasos son los que debe tomar para evitar un infarto.
- Deje de fumar y evite ser fumador pasivo
- Si tiene presión arterial alta, contrólela
- Ingiera alimentos bajos en grasas saturadas, grasas trans, sodio y azúcares añadidos
- Practique actividad física
- Mantenga un peso saludable
- Controle sus niveles de azúcar en la sangre si tiene diabetes
- Asista a chequeos médicos de forma regular
- Tome sus medicamentos tal cual se le haya recetado