El “Síndrome Metabólico” (SM) es un problema de salud importante y complejo dentro de Estados Unidos. De acuerdo a lo referido por la “Asociación Americana de Cardiología” (American Heart Association), el 34% de la población adulta del país padece éste problema.
Esta institución además afirma que la “Prevalencia” (proporción de individuos de un grupo o población que presentan una característica determinada) del SM es mayor en blancos no latinos que en hombres americanos mexicanos y negros no latinos.
Esto no debe ser un dato para que la población latina del país se relaje, ya que debemos recordar que a finales del año pasado se publicó el estudio sobre el “Índice de Obesidad Infantil”, donde uno de los dos grupos más afectados fueron los latinos .
Por otro lado, una publicación de la Clínica Mayo afirma que dentro de la población latina las mujeres tienen mayor riesgo de desarrollar el SM.
¿Qué es el Síndrome Metabólico?
Es un grupo de factores de riesgo que aumentan la posibilidad para que una persona pueda sufrir de una afección cardíaca, y sobre los cuales la ciencia médica puede trabajar para disminuir esa probabilidad.
¿Cuáles son esos factores de riesgo?
- Glicemia (azúcar) en sangre elevada.
- Niveles bajos de HDL (Colesterol bueno).
- Niveles elevados de triglicéridos.
- Circunferencia de la cintura grande.
- Tensión Arterial mayor a 130/85 mm/Hg.
Para el diagnóstico del SM además del interrogatorio médico en el inicio de la elaboración de la historia clínica, en el examen físico hay que determinar si estamos ante la presencia de al menos tres de los cinco factores:
- La obesidad central midiendo la circunferencia de la cintura la cual es positiva si en las mujeres es más de 35 pulgadas y en los hombres más de 40.
- Niveles de Triglicéridos en ayunas en más de 150mg;
- Niveles de HDL Colesterol menor a 40mg/dl en hombres y menor de 50mg/dl en mujeres;
- Tensión arterial mayor a 130/85mmhg.
- Glicemia en ayunas igual o mayor a 100mg/dl
¿Cómo podemos mejorar?
Dependiendo de los factores de riesgo encontrados, hay que trabajar sobre ellos y la buena noticia es que los cinco factores de riesgo pueden ser controlados a través de un buen plan de ejercicios físicos, un programa de buena alimentación, evaluación, tratamiento, y control de los niveles elevados de glicemia y de la tensión arterial.
Para ello se requiere de un equipo multidisciplinario que desde el punto de vista médico y de actividad física van a orientar al paciente para lograr tener una mejor calidad de vida.
Recordemos que todos factores de riesgo mencionados están involucrados en las mayores estadísticas de mortalidad del país tal como es el caso de las enfermedades cardiovasculares.
Así que para finalizar la presente entrega le recomendamos que si usted amigo lector tiene alguna duda adicional, debe acudir a su médico de confianza o escribirnos para ayudarlos a canalizar sus inquietudes.
Dr. Carlos G. Cruz H.
*Columnista en semanarios en New York, New Jersey, Delaware, Pennsylvania, Connecticut, Texas, Florida y California. Los invito a escuchar nuestro programa de radio “Salud y Calidad de Vida” por wtcradio.net, todos los viernes a las 10:00 a.m. (ET).