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El senador Tillis forma parte de un sistema cruel que durante cuatro años ha dado la espalda a los latinos. Son estas políticas inhumanas las que han agravado la pandemia.

Cuando las promesas de campaña no se cumplieron, cuando las encuestas van en picada, los políticos populistas suelen usar un viejo truco: atacar a grupos vulnerables para generar temor en el resto de la población, para así ganar atención y votos. El senador de Carolina del Norte, Thom Tillis está siguiendo esta línea al acusar a los latinos, de ser la causa de la rápida propagación del COVID-19 en el estado.

A mediados de , Tillis aseguró a un grupo de simpatizantes, que el estado tiene un aumento constante en los casos de COVID-19 por culpa de los latinos, quienes no respetar el uso de mascarillas, ni el distanciamiento social, sin embargo no ofreció evidencia sobre esta afirmación, ni estadísticas sobre otras comunidades.

Y les diré que no soy científico ni estadístico, pero una de las preocupaciones que hemos tenido más recientemente, es que la población latina ahora constituye alrededor del 44 de los casos positivos (de COVID-19), comentó el senador republicano, quien busca ser reelegido.

Nos preocupa que en la población latina hayamos observado una adhesión menos consistente al distanciamiento social, y al uso de mascarillas, agregó.

Tillis, los latinos y el COVID-19

El foco del reclamo de Tillis fue solamente los latinos, no se habló de otros grupos, pese a que la mayor cantidad de contagiados con COVID-19 en Carolina del Norte (56) son anglosajones, según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos del estado (NCDHHS).

Los latinos representan el 56 de los casos en los que se conoce la etnia en Carolina del Norte.

No sé si alguna vez tendríamos suficientes policías, para entrar en todas las tiendas de víveres, supermercados y multar a las personas por hacerlo, pero realmente espero que no tengamos que ir a ese punto, agregó Tillis.

Lo quiere Tillis ignorar

Un gran número de latinos trabaja en áreas consideradas esenciales, muchas de las cuales no permiten el distanciamiento social. Desde plantas procesadoras de alimentos, pasando por enfermeros, personal de limpieza, de cocina, de construcción, conductores, agricultores, niñeras, miles de latinos deben trabajar con el riesgo constante de contraer COVID-19.

Muchos no tienen alternativa. Los indocumentados están excluidos de los cheques federales, del seguro de desempleo, o incluso de un seguro médico, por tanto se ven obligados a trabajar pese al peligro de contagio del coronavirus.

Estas condiciones socioeconómicas duras, han sido acentuadas durante los cuatro años de la administración Trump. Falta de oportunidades, y la exclusión de los inmigrantes a programas sociales, han dado paso a contagios significativos entre familias latinas grandes, que viven bajo el mismo techo, debido a la escasea de vivienda a bajo precio.

Políticas antiinmigrantes, como la llamada carga pública, alejaron a muchos inmigrantes de programas vitales de servicios de salud, o incluso de comida, ante el temor de que esto pueda traerles problemas migratorios.

El senador Tillis forma parte de un sistema cruel, que durante cuatro años ha acusado a los inmigrantes de todos los males de esta nación, sin darse cuenta que son estas políticas inhumanas las que han agravado la pandemia.

Si Tillis quiere reclamar a alguien de la propagación del COVID-19, que sea al presidente Trump, quien por meses se negó a usar mascarilla. Que reclame a grupos ultraconservadores, quienes presionaron por una prematura reapertura económica. Tillis no tiene derecho de atacar a los latinos, y menos de usarlos en su fallida campaña electoral.

Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com