En los años setentas, José Hernández-París se mudó de Colombia con su familia a Charlotte. Estaba a punto de empezar la secundaria. Recuerda que no había muchos latinos u otros inmigrantes en la zona en ese momento
Hernández-París hizo parte del comienzo de una ola de inmigración a estados y ciudades como Charlotte por su oportunidades económicas, según investigadores. Para el censo de 1980, los latinos formaban alrededor del 1 % de las poblaciones de Carolina del Norte y el Condado de Mecklenburg. En el estado había 56,000 latinos. Eso ha cambiado de manera drástica. Hoy hay más de un millón de latinos en el estado. Y uno de cada cuatro de ellos vive en los condados de Mecklenburg o Wake.
En las cuatro décadas en las que Hernández-Paris ha vivido en Charlotte, la población del condado también ha crecido de manera exponencial. Pasando de alrededor de 4,000 latinos a casi 170,000. Mecklenburg tiene la población más alta de latinos en el estado, seguida por el Condado de Wake con 128,000.
“Éramos un grupo tan pequeño de inmigrantes'', comentó Hernández-París. “Los niños locales no entendían qué quería decir que fuéramos internacionales, no sabían lo que era un inmigrante.”

Oportunidades económicas crean boom de migración latina en el sur
La directora del Instituto de Estudio de las Americas de la UNC-Chapel Hill, Hannah Gill, dice que ese boom en migración latina hacia ciudades del sur como Charlotte y Atlanta comenzó en 1970.
La mayoría de los latinos migraban de otros estados como California, Texas y Florida a Carolina del Norte por sus oportunidades económicas, según un artículo de 1999 sobre los latinos en Carolina del Norte publicado por el Popular Government Magazine de UNC.
“Estaban creciendo rápidamente y creando trabajos en los sectores de manufactura y agricultura,” explicó Gill. “Entonces un grupo de compañías e industrias, como la industria agraria, fábricas de tejidos, compañías de muebles, universidades y el sector del servicio comenzaron a reclutar gente para venir a trabajar.”
Pero también cita otras razones para este crecimiento. Antes de los años setentas, la migración cíclica era más común. Esto quiere decir que los trabajadores iban y venían de sus países de origen en Latinoamérica a Estados Unidos para trabajar durante un período de tiempo cada año. Sin embargo, Gill dice que a causa de las restricciones impuestas a la inmigración, la migración cíclica se ha vuelto más difícil.
“De alguna manera, la gente no tenía opción. Debían quedarse y traer a sus familias,” explicó Gill. “Si no, la separación familiar sería un problema serio.”
Señala que a pesar del atractivo económico que tiene el estado, aún existen muchos retos a los que se han tenido que enfrentar los inmigrantes latinos. Datos actualizados del “Land of Opportunity,” o estudio Chetty, como se le refiere comúnmente, indican que a los latinos con bajos recursos en el Condado de Mecklenburg les va mejor en términos de movilidad económica comparado con otros condados alrededor del país que hicieron parte del estudio. Sin embargo, tienen menos movilidad que los residentes blancos de bajos recursos.
Existen barreras estructurales para los latinos
“Hay grandes barreras estructurales que han persistido a lo largo de los años,” dijo Gill.
Esas barreras estructurales incluyen el acceso a la educación superior. Por ejemplo, Carolina del Norte no provee la matrícula estatal ni la ayuda financiera para los estudiantes indocumentados, sin importar cuánto tiempo hayan vivido en el estado. Este también es el caso para los estudiantes con DACA.
Gill también mencionó otras brechas en el acceso a servicios básicos como el transporte. En Estados Unidos, 16 estados más el Distrito de Columbia le dan permiso a los inmigrantes indocumentados para obtener una licencia de conducir. Carolina del Norte no hace parte de ese grupo.
“La falta de acceso a las licencias de conducir para personas que han sido reclutadas para trabajar aquí, les quita la oportunidad de ser móvil,” explicó Gill. “Esta es una barrera persistente y estructural. Es una ley estatal que persiste y crea muchos problemas de movilidad y acceso a necesidades básicas.”
Gill mencionó la falta de una reforma migratoria como otro problema para la comunidad latina.
“No hemos tenido una reforma migratoria comprensiva a nivel federal en décadas. Y eso es definitivamente muy complicado para muchas personas,” comentó Gill. “Tenemos grandes retrasos. Para traer a sus familias a Estados Unidos la gente tiene que esperar décadas.”

La población latina sigue creciendo
A pesar de los retos y obstáculos a los que se enfrentan los latinos alrededor del estado, la población ha seguido creciendo.
“Una de las cosas más emocionantes que yo he visto es el crecimiento en organizaciones y negocios y en líderes comunitarios que tienen ascendencia latinoamericana y que tienen un conocimiento profundo de las experiencias de los inmigrantes y una visión para ayudar a nuestro estado y nuestras comunidades” comentó Gill.
En parte, Gill ha visto este crecimiento en organizaciones y líderes comunitarios debido a los cambios en la comunidad latina. Hoy en día, seis de diez latinos en Carolina del Norte nacieron en Estados Unidos.
A medida que más latinos se han instalado en la zona, Hernández-París ha usado su experiencia personal para ayudar a la comunidad a través de su trabajo como Director Ejecutivo de La Coalición Latinoamericana.
Inició un programa de consejería para los estudiantes latinos llamado Ganas. Dice que el sentimiento de pertenecer es clave para que los inmigrantes latinos tengan éxito en Charlotte.
“Cuando eres un migrante, a pesar de la edad o el momento en tu vida en el que emigras, una de las primeras cosas, para que puedas integrarte es la validación,” comentó Hernandez-Paris.
Aunque hoy muchos más latinos que cuando llegó Hernández-París a Charlotte, cuenta que el discurso alrededor de la comunidad latina ha empeorado.
“Aunque suene raro,” comentó Hernández-París. “Era más fácil permanecer en los setentas cuando llegué que hoy en día. Debido a tantos problemas internacionales con la migración y todo eso.”
Después de crecer de manera constante en las últimas décadas, la comunidad latina ahora es parte esencial del estado, contribuyendo a su desarrollo cultural y económico.
EQUALibrium
Esta historia forma parte de la serie EQUALibrium: An exploration of race and equity in Charlotte de WFAE. Encuentre esta historia en inglés en la página de WFAE.
María Ramírez Uribe es miembro de Report for America, cubre temas relacionados con raza, equidad e inmigración para WFAE y La Noticia.