El Ejercito de Estados Unidos, informó que 14 oficiales fueron separados o despedidos de sus puestos, como consecuencia de fallas en el liderazgo en Fort Hood. Esto después que el asesinato de la soldado Vanessa Guillén, destapara una serie de irregularidades y problemas en la instalación militar.
"La investigación inicial sobre la muerte de Vanessa, junto con un gran número de crímenes y muertes en Fort Hood, ha revelado una serie de fallas en nuestro sistema y dentro de nuestro liderazgo", comentó el secretario del Ejercito Ryan McCarthy.
Y es que la soldado Vanessa Guillén, fue asesinada por otro soldado en una sala de armas el pasado mes de abril, hecho que impactó a todo el Ejercito, por lo que se inició una investigación a fondo.
"Su hija fue trágicamente asesinada en nuestras manos, y yo soy responsable de eso", le dijo McConville a la madre de Guillén. "Somos responsables de eso".

Los castigos a los oficiales por el caso de Vanessa Guillén
El mayor general Scott L. Efflandt, el comandante de Fort Hood en el momento de la muerte de Guillén, fue destituido del mando; además, los líderes de la unidad de Guillén, el Coronel Ralph Overland y el Sargento de Comando Mayor Bradley Knapp del 3er Regimiento de Caballería fueron relevados.
Una junta de revisión civil independiente, encontró que las fallas en la investigación de delitos y la falta de confianza en la prevención de delitos sexuales condujeron a un "ambiente permisivo para la agresión y el acoso sexual", creando una cultura en la que los soldados temían represalias y consecuencias negativas si denunciaban esos incidentes.
McCarthy reconoció que la instalación tiene la mayor cantidad de delitos de todo el Ejercito. Simplemente, Fort Hood reportó cinco homicidios de soldados en 2020, que es más que en los últimos cuatro años combinados.