El viernes se esperaba que los manifestantes cesaran bloqueo del paso fronterizo más transitado entre Estados Unidos y Canadá y no fue así. Lejos de eso se mantenían desafiantes el sábado.
Las autoridades canadienses exigieron que pusieran fin a la protesta que ha interrumpido el flujo de mercancías entre los dos países.
No estaba claro de momento cuándo podrían llegar las fuerzas de seguridad para desalojar a los manifestantes, que protestan contra los mandatos y las restricciones de Canadá para frenar los contagios de COVID-19, o si lo harían. También existe una explosión de furia contra el primer ministro Justin Trudeau.
Una veintena de manifestantes permanecían en el exterior. Mientras que otros permanecían dentro de sus camionetas y otros vehículos.
Bloqueo Estados Unidos y Canadá obligó a declarar estado de emergencia
El viernes, el primer ministro de la provincia canadiense de Ontario, Doug Ford, declaró estado de emergencia en respuesta a los bloqueos. Con la orden de Ford, el gobierno provincial estará en posición de imponer multas de 100,000 dólares y penas de hasta un año de cárcel contra quienes impidan ilegalmente el libre flujo de productos y personas a través de carreteras, puentes, caminos y otras infraestructuras críticas.
La policía de Windsor advirtió de inmediato que cualquier persona que bloquee las calles podría ser detenida y que sus vehículos podrían ser incautados.
La noticia fue recibida de manera desafiante por los manifestantes.
En el puente Ambassador, una persona no identificada tomó un micrófono y se dirigió a ellos, preguntándoles si querían quedarse o marcharse cuando se cumpliera el plazo. Con un despliegue de aplausos, se acordó que se quedarían. “Muy bien”, dijo el hombre. “Mantengámonos firmes”. Los manifestantes respondieron cantando el himno nacional canadiense.
Más tarde, la multitud creció en tamaño e intensidad, agitando banderas y coreando repetidas veces “libertad”. En los alrededores del lugar se desplazaron más patrullas y la policía repartió folletos en los que se advertía que a medianoche entraría en vigor el estado de excepción.
El puente Ambassador es el cruce fronterizo de mayor actividad entre Estados Unidos y Canadá, por el que circula el 25% de todo el comercio entre los dos países. El bloqueo sucede en un momento en que la industria automotriz ya batallaba para mantener la producción ante una escasez de microchips y otras alteraciones de la cadena de distribución causadas por la pandemia de coronavirus.
Trudeau calificó la decisión de Ontario de “responsable y necesaria” y dijo que habló al respecto con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Dijo que él y Biden acordaron que “por la seguridad de las personas y la economía, estos bloqueos no pueden continuar”.
Trudeau dijo entender que los manifestantes están frustrados por la pandemia, pero agregó que “estos bloqueos están perjudicando a las familias comunes, trabajadores de plantas de ensamblaje de automóviles, agricultores, camioneros y obreros canadienses”.