México anunció que limitará el tránsito no esencial por su frontera sur con el fin de evitar la propagación del coronavirus. Sin embargo, surgen otras posibilidades a las que obedece esta medida.
El anuncio de la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de su cuenta oficial en Twitter, llega después de un año de pandemia. No obstante, los contagios de COVID-19 parecen empezar a bajar. Al momento el gobierno se mostró reacio a restringir los ingresos al país por el coronavirus aunque otros, como Guatemala, sí lo hicieron.
Según la cancillería mexicana, las nuevas medidas “para prevenir la propagación de COVID-19" iniciarán el viernes y se prolongarán hasta el 21 de abril. “El @GobiernoMX desplegará medidas de control sanitario en el norte y sur del país”, agregó el tuit.
En un mensaje a The Associated Press explicaron que se limitarán los cruces turísticos y recreativos pero que las restricciones no afectarán a residentes mexicanos temporales o permanentes o personas con visas de trabajo, a viajes con propósitos médicos o educativos ni al comercio legal con Guatemala.
La cancillería añadió que las medidas podrán extenderse otro mes “dependiendo del índice de contagio de COVID-19”.
Restringir tránsito en frontera podría tener relación con control migratorio
Aunque las autoridades no vincularon el tema sanitario al migratorio, la decisión llegó justo cuando Estados Unidos está viendo un fuerte incremento de migrantes que arriban de forma ilegal a su territorio desde México.
Por otro lado, se cumplen varias semanas del encuentro virtual del 1 de marzo entre los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador. Allí, la migración y la pandemia fueron algunos de los temas centrales.
Lo que llama la atención es que el gobierno mexicano restringió los cruces en su frontera norte desde marzo de 2020 a petición del entonces presidente Donald Trump. Tales limitaciones a actividades no esenciales por COVID-19 se fueron prorrogando desde entonces y se mantendrán.
Las restricciones en el norte se hicieron también con el argumento de evitar los contagios de COVID-19. Pero los analistas coincidieron en asegurar que la medida propuesta Trump tenía como objetivo real frenar la migración.
El mandatario republicano presionó a México -incluso con amenazas de aranceles- para que reforzara los controles migratorios y aceptara que los solicitantes de asilo en Estados Unidos esperaran su proceso en territorio mexicano. Pero la medida, teóricamente sanitaria, permitió a las autoridades estadounidenses devolver de forma inmediata a México sin trámites de ningún tipo a decenas de miles de migrantes mexicanos y centroamericanos que trataban de cruzar la frontera de forma ilegal.
Los cruces ilegales a Estados Unidos empezaron a crecer a fines del año pasado. En febrero las interceptaciones de inmigrantes por parte las autoridades estadounidenses superaron las 100,000 por primera vez desde el pico de llegadas que hubo en 2019.
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